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Comprendes y analizas las características del cuento
-Dejen en paz a los animales. No consiento que los
quemen.
Los tres hermanos llegaron entonces a un palacio
en cuyas caballerizas había un montón de caballos
petrifcados
, pero no se veía a ningún ser humano.
Recorrieron todas las salas hasta que al fnal llegaron
ante una puerta que tenía tres
cerrojos
. En mitad de
la puerta, sin embargo, había una
mirilla
y por ella se
podía ver lo que había dentro del cuarto. Allí vieron a un
hombrecillo gris sentado a una mesa y lo llamaron a voces, una vez.
.., dos veces.
..,
pero no los oyó. Finalmente lo llamaron por tercera vez y entonces se levantó y
salió. No dijo ni una palabra, pero los agarró y los condujo a una
opípara
mesa,
y cuando hubieron comido llevó a cada uno de ellos a un dormitorio. A la mañana
siguiente entró en el del mayor, le hizo señas con la mano y lo llevó a una mesa de
piedra, sobre la cual estaban escritas las tres pruebas que había que superar para
desencantar el palacio.
La primera era así: en el bosque, debajo del
musgo
, estaban las mil perlas de la
princesa; había que buscarlas y antes de que se pusiera el sol no tenía que faltar
ni una sola o, de lo contrario, quien hubiera emprendido la prueba se convertiría
en una piedra. El príncipe fue allí y se pasó el día entero buscando, pero cuando el
día tocó a su fn no había encontrado más que cien y quedó convertido en piedra.
Al día siguiente emprendió la aventura el segundo hermano, pero, al igual que el
mayor, se convirtió en piedra por no haber conseguido hallar más que doscientas.
Por fn le tocó el turno al bobo y se puso a buscar en el musgo, pero era tan diFícil
encontrar las perlas y se iba tan despacio que se sentó encima de una piedra y
empezó a llorar. Y, según estaba allí sentado, el rey de las hormigas, al que él una
vez había salvado, llegó con cinco mil hormigas que, al cabo de un rato, ya habían
encontrado todas las perlas y las habían reunido en un montón.
La segunda prueba, en cambio, consistía en sacar del mar la llave de la alcoba de
la princesa. Cuando el bobo llegó al mar se acercaron nadando los patos a los que
él una vez había salvado; éstos se sumergieron y sacaron la llave del fondo.
La tercera prueba, sin embargo, era la más difícil: entre las tres durmientes hijas
del rey había que escoger a la más joven y
predilecta
; pero eran exactamente
iguales y en lo único que se diferenciaban era en que la mayor había tomado un
terrón
de azúcar, la segunda
sirope
y la menor una cucharada de miel, y había
que acertar sólo por el aliento cuál de ellas había comido la miel. Entonces llegó la
reina de las abejas que el bobo había salvado del fuego, tentó la boca de las tres
y al fnal se posó en la boca que había tomado miel, y el príncipe reconoció así a
la verdadera.
Entonces se deshizo el encantamiento, todo quedó liberado del sueño y los que
eran de piedra recuperaron su forma humana. El bobo se casó con la más joven y
predilecta de las princesas y cuando murió el padre de ella, se convirtió en rey. Por
su parte, sus dos hermanos se casaron con las otras dos hermanas.
Los hermanos Grimm,
La abeja reina,
textos/cuentos/ale/grimm/la_abeja_reina.htm, consultada el 30 de mayo de 2014.
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