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Actividad
Con el estudio de esta lección,
identificarás cómo la distribución
de la población sobre un territorio
crea concentraciones urbanas y
espacios rurales con características
distintas.
Comencemos
CIUDAD Y CAMPO
Ya conoces cómo se distribuye la población en los continentes.
Ahora podrás saber cómo se forman espacios con características
distintas a partir de la concentración o dispersión de la población.
El lugar donde vives ¿es una ciudad, un pueblo, un barrio, una
ranchería u otro?
Dibuja en tu cuaderno el paisaje que se des-
cribe en el fragmento anterior, o bien, redacta un
relato similar en el que describas el lugar donde
vives. Anota si consideras que el cuento habla
de un espacio urbano o rural y subraya sobre el
texto las frases que te ayudarán a decidir por qué.
Lee el siguiente fragmento del cuento “No la rueda sola”, de Roberto Savino Asprino.*
L
a tarde caía hermosa, encendiendo de
dorado los rincones más austeros de la casa.
Tía Carlota se había acercado al balcón y su
piel almendra parecía absorber la luz. Poco a
poco las calles se vaciaban y por momentos
se presentía un silencio inmenso, que pronto
sería derrocado por el zumbido de las legiones
de mosquitos.
Me asomé con cuidado al balcón. Mi madre
caminaba rápido, aferrada a su cartera, y des-
de el piso siete se le veía aún lejos y pequeña,
aunque estaba a menos de dos cuadras de
la entrada de piedras grises del edificio. Tres
minutos luego de perderse bajo un techo de
acacias sonaba su voz en el pasillo.
No había visto a mamá desde la mañana de
ayer. Ahora su mirada cansada, su olor a encierro
de aire acondicionado, la sonrisa que sostuvo sólo
por pocos segundos, me dieron la sensación de
que no la veía desde hacía muchos años. La miré
y recordé mis palabras al pedirle que me diera
permiso de quedarme, que me gustaba estar
allá, que me encantaban la leche tibia servida en
los vasos de grueso vidrio verde, las galletas de
vainilla y chocolate, bajar al patio a jugar futbol
con Pedro y Marcelo, los del piso cinco. Le dije
todo eso pateando con desgano el suelo, usando
todas las artimañas que los hijos desfilan ante sus
padres cuando se trata de conseguir y convencer.
Aunque aquello no era mentira, tampoco era la
verdad verdadera.
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Lección
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