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El poder de la palabra
Hola, niño o niña:
¿Me recuerdas? Soy Marco Tulio, tu profesor
DEL
ARTE
DE
HABLAR
PARA
CONVENCER
.
El año pasado aprendiste algunas formas para hacerte oír por personas
distraídas, o enojadas contigo porque hiciste algo que no les gustó, o porque
creían que los habías molestado, tuvieran o no razón.
No siempre es necesario luchar contra esos sentimientos adversos; muchas
veces el motivo de la plática es superior a cualquier problema personal, y por
sí mismo interesa a todos, por lo que quieren escuchar lo que cualquiera tenga
que decir al respecto.
Por ejemplo, se rompió un vidrio en la escuela, y la maestra o el maestro se
lo quiere cobrar a Juanito. A nadie le gusta que le cobren un vidrio roto, aun
cuando en realidad él lo haya roto. ¿Tú quieres defenderlo? Muy bien.
Defender a un compañero
En primer lugar recuerda que debes hablar con la verdad. Para ello, tienes que
investigar qué fue lo que ocurrió.
Si Juanito rompió el vidrio a propósito, tendrá que reponerlo.
Si fue por accidente, todos los que estaban jugando tendrán que
hacerse responsables de la reparación. Cuando las cosas se
hacen en equipo, éste es responsable de lo que ahí ocurra.
Todos disfrutan, todos asumen su responsabilidad. La
escuela es un equipo.
Para hacer