Una de las cosas que aprendemos al crecer es que no siempre podemos tener todo lo que queremos. Es así que las expresiones “no puedes ir�?, “no se puede�?, “no, no y no�? comienzan a formar parte de nuestra vida.

¿Qué hacer ante estas trágicas respuestas? En este diálogo vamos a analizar varias reacciones y veremos cuáles lograron al final obtener un sí como respuesta.

  • Existen diferentes estrategias para defender nuestra opinión. Una de ellas es la argumentación.
  • En una argumentación intentamos convencer a los demás de apoyar una causa o de cambiar su opinión. Para eso usamos razones y buscamos ideas de apoyo (ejemplos y datos) que le den fuerza a esas razones.
  • Cuando escribimos un texto argumentativo es fundamental usar conectores y ordenar nuestras ideas de forma lógica.
  • Las partes esenciales de un texto argumentativo son: introducción, cuerpo del ensayo (argumento 1 + datos de apoyo, argumento 2 + datos de apoyo, …) y conclusiones.
  • En la introducción es necesario presentar el tema del que vamos a hablar y mencionar claramente cuál es nuestra tesis. Para eso podemos usar expresiones como yo creo que…, en mi opinión…, considero que…
  • Los argumentos que usemos deben estar presentados de forma lógica. Para ello podemos usar expresiones como: en primer lugar, en segundo lugar, finalmente; para empezar, después, por último; por un lado, por el otro.
  • La conclusión es el último momento que tenemos para convencer a nuestros lectores. Debemos recordar cuál es la tesis que queremos probar. Las expresiones que podemos usar para introducir una conclusión son: Por lo tanto, Es por todo eso que… , Las razones expuestas nos permiten concluir que…

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