BLOQUE IV
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Preguntó quién era el dueño de aquella casa y la adquirió a precio
de oro. Hay que imaginar cuál fue la sorpresa de doña Carmen cuando,
asomada a su balcón, se encontró a tan corta distancia con el hombre de
sus sueños.
Unos cuantos instantes habían transcurrido de
aquel inenarrable coloquio amoroso, cuando más
abstraídos se hallaban los dos amantes, del fondo
de la pieza escucharon frases violentas. Era el
padre de doña Carmen increpando a Brígida,
quien se jugaba la misma vida por impedir que
su amo entrara a la alcoba de su señora. El padre
arrojó a la protectora de doña Carmen y, con
gran enojo, retiró del balcón a su hija y se la
llevó, no se supo nunca a dónde, pero no se le
volvió a ver.
Don Luis enmudeció de dolor al sentir la
mano de doña Carmen que se desvanecía entre las
suyas. Ante lo inevitable, don Luis dejó un tierno
beso sobre aquella mano tersa y pálida.
Por esto, a este lugar, sin duda, uno
de los más típicos de nuestra ciudad,
Guanajuato, se le llama el Callejón
del Beso.
Leyendas de México
, México, Ediciones Leyenda, 2009, pp. 141 y 142.
En equipo, realicen las siguientes actividades.
Describan a cada uno de los personajes.
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Doña Carmen