Cuaderno de actividades de aprendizaje /
Literatura II
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por este perturbado mar incierto
naufragando mi nave va a buscaros,
pues sois mi norte, a que seáis su puerto.
No va cargada —gran Fernando— a daros
ricas piedras de Oriente, ni preciosos
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aromas, con que pueda regalaros.
Dones son los que os lleva más gloriosos,
de más estima, y de mayor riqueza
para la eternidad más poderosos.
De esta segura suerte la grandeza
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se adquiere con los números, que el vuelo
cortan al tiempo en su mortal presteza.
Estos, son los que igualan con el cielo
los nombres, y así deben adornarse
con esplendor cual su lustroso velo.
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De muchas cosas deben apartarse,
y otras muchas seguir precisamente
y por ley unas y otras observarse.
El verso advierta el escritor prudente
que ha de ser claro, fácil, numeroso
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de sonido, y espíritu excelente.
Ha de ser fgurado, y copioso
de sentencias, y libre de dicciones
que lo hagan humilde u escabroso.
La elevación de voces y oraciones
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sublimes, muchas veces son viciosas
y enFaquecen la ±uerza a las razones.
Vanse tras las palabras sonorosas
la hinchazón del verso, y la dulzura,
tras las sílabas llenas, y pomposas.
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Entienden que está en esto la segura
felicidad y luz de la poesía
y que sin esto es lo demás horrura,
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