Desarrollo
y
ruptura de
equilibrio
Izanagi de ninguna de las maneras pretendía aceptar la nega-
tiva de Izanami, así que continuó con su lucha por convencer 
a su esposa. Finalmente la diosa accedió, pero antes suplicó 
a su dios que le permitiera dormir durante un rato sin entrar en 
sus aposentos. El nervioso dios no pudo soportar más tiempo 
en la oscuridad, necesitaba ver a su esposa, sentirla, tocarla.
Así pues, decidió entrar mientras dormía y encendió un peine 
como si fuera una antorcha. La visión que tuvo a continuación 
dejó completamente espantado al dios. Ella estaba comple-
tamente deformada, su carne estaba descompuesta, llena de 
gusanos. Sin duda alguna, una imagen que dejó totalmente 
asqueado al dios que decidió salir corriendo del mundo de los 
muertos.
Izanami despertó y al ver el rechazo en la cara de su amado 
enfureció de manera violenta. Se dispuso a perseguirlo por 
todo Yomi con el único fn de matarlo. A esta persecución se
sumaron las Shikomes salvajes o mujeres asquerosas, pero 
Izanagi lanzó rápidamente su gorro transformándolo en uvas 
negras que frenaron de alguna forma el paso de éstas, no obs-
tante siguieron avanzando.
Desenlace
Izanagi llegó exhausto a la puerta que separaba el mundo de 
los muertos del mundo terrenal, cruzó el umbral y cerró fuer-
temente la roca que los separaba. Ante tal desenlace Izanami 
gritó desgarradamente detrás del obstáculo, maldijo a su ma-
rido y le anunció que si no dejaba que saliera, mataría todos 
los días a 1000 hombres. Izanagi se enfureció con las declara-
ciones de su mujer y sentenció que si ella hacía eso, él daría 
vida a 1500 hombres al día. De esta forma fue como comenzó 
a extenderse la muerte por la Tierra.
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B
loque 
IV
Reconoces y demuestras las diferencias entre el 
mito y la leyenda