En México, un sector de la juventud compartía esos ideales, y la
represión de la que habían sido objeto, una vez más, les dio la opor-
tunidad de protestar y exigir cambios. A su protesta se unieron tra-
bajadores, profesores, amas de casa y ciudadanos inconformes con
el autoritarismo del gobierno, el cual acusó a los estudiantes de ser
una amenaza para la paz social. Esta acusación fue repetida y difun-
dida en los periódicos, la radio y la televisión, y contribuyó a que la
población tuviera una visión negativa de los estudiantes.
El 2 de octubre de 1968 se organizó un mitin en la Plaza de las
Tres Culturas de Tlatelolco, en la ciudad de MÉxico. AhÍ demanda-
ron a las autoridades la desaparición del cuerpo de granaderos; la
destitución del jefe y el subjefe de la policÍa metropolitana y del jefe
del batallón de granaderos; la eliminación del
delito de disolución
social
del Código Penal; la indemnización a los familiares de los es-
tudiantes muertos y heridos en las protestas llevadas a cabo el mes
de julio, y garantÍas para los estudiantes.
En respuesta, los manifestantes fueron agredidos. Muchos mu-
rieron, otros resultaron heridos y encarcelados. La hostilidad del
gobierno y de los medios de comunicación hacia el movimiento
estudiantil fue tal que su magnitud fue silenciada.
Manifestación estudiantil en el Zócalo de la ciudad de México.
Delito de disolución social.
Así se consideraba al hecho
de difundir, de forma hablada
o escrita, a través de cualquier
medio,
propaganda
política
con ideas que perturbaran el
orden público o afectaran la
soberanía del país.
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