¿Has pensado que al desplazarte trazas un camino y que éste corresponde en buena medida 
con la motivación que tienes? Te desplazas en trayectoria o 
camino recto
cuando sabes a dónde 
te diriges: tienes un punto de arribo específico al cual quieres llegar sin rodeos. Este objetivo se 
refleja en la dirección y trazo de nuestro camino, lo delimita, así evitamos desperdiciar nuestro 
tiempo y espacio. De igual forma, nos obliga a mantener la mirada hacia el punto al que nos 
dirigimos. Los seres humanos caminamos hacia delante; sin embargo, en danza debemos 
encontrar diferentes maneras de trasladarnos en línea recta, como puede ser hacia delante, 
hacia atrás, hacia los lados, o entre estas dos direcciones, es decir, en diagonales. 
El camino recto nos permite también dibujar un zigzag como resultado de una serie de 
pequeñas líneas rectas con rápidos cambios de dirección; o caminar en línea recta hasta el final 
del salón o del espacio en que nos movemos, donde necesariamente deberemos dar vuelta para 
cambiar de frente y continuar nuestro recorrido lineal hasta el otro extremo del salón; si 
repetimos este recorrido linealmente, dibujaremos un cuadrado imaginario en el piso. Podemos 
desplazarnos en línea recta cuando alguien nos persigue, cuando nos dirigimos hacia alguien, 
cuando nos alejamos de algo o alguien que nos produjo miedo. Piensa en algunas motivaciones 
para desplazarte en camino recto. Ejecútalas. 
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