acción. En cambio, un acento suave puede servir de impulso para iniciar algún movimiento que 
nos cuesta un poco de trabajo o bien cuando reaccionamos ante un toque de alguien que nos 
sorprende, a la mitad de una acción para darle un ligero cambio, o bien al final para marcar una 
conclusión, pero que no es definitiva. 
Ejecuten su frase de movimiento, elijan la acción a la que darán importancia. Repítanla una vez 
con un acento fuerte o suave en el momento elegido. Repítanla una vez más, pero ahora 
prueben con algún otro elemento de la dinámica, variando la duración del mismo. 
También la duración puede ayudarnos a producir el punto elevado. Un movimiento súbito o 
breve, contrastado con un movimiento sostenido, puede generar la expresión deseada. 
Experimenten en su frase con la duración. 
En el tema anterior trabajamos con las calidades de movimiento (que surgen al combinar 
tiempo, espacio y energía), de modo que pueden experimentar de igual forma con los cambios 
de calidad para generar el punto elevado. 
Ahora podemos continuar creando nuestro trozo de danza. Ya tienen una primera frase 
elaborada para el inicio. Sigan con el desarrollo en el que pueden elaborar dos o tres frases 
(dependiendo de las acciones que hayan previsto). Procuren utilizar al máximo el espacio, para 
lo cual conviene incluir en sus frases desplazamientos y exploraciones con el concepto de 
dirección. Si tienen tres frases en el desarrollo en una incluyan los desplazamientos y en la otra 
exploraciones con el concepto de dirección. No olviden darle duración a los movimientos y 
dinámica para dar el sentido deseado. Para la fase del final o conclusión. Prueben con 
diferentes finales y observen la fuerza que adquiere o pierde de acuerdo con el desenlace 
propuesto. 
Busquen una música adecuada a la motivación y calidad de su danza. Recuerden que la 
música tiene una participación muy activa en la producción del sentido de la obra, de manera 
que tienen que utilizarla y llenar la música con los movimientos y no dejarla como fondo o mera 
ambientación: es necesario que bailen con la música. 
Para que logren una buena interpretación, primero repitan una secuencia y cuando hayan 
logrado ejecutarla con fluidez y con la calidad deseada, líguenla con la segunda. Repitan ambas 
secuencias hasta que sientan la organicidad de los movimientos (donde unos surgen de los 
otros), Continúen así hasta que concluyan su trozo de danza. Luego preséntenla ante el grupo y 
que los compañeros expresen lo que la danza les muestra. 
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