SECUENCIA 11
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Esposa:
Operador:
Narrador:
Operador:
Narrador:
Operador:
Saltando de lo alto de un armario había 
caído sobre la mesa 
(SONIDO DE UN 
GOLPE SECO)
.
Esa cosa nos ha mirado, nos ha visto, y 
después ha huido por la habitación. Es 
una mano solitaria y viva como una 
araña. 
(SONIDO DE ALGO QUE SE ARRAS-
TRA CON VELOCIDAD)
Allí la dejamos, 
encerrada con llave en el cuarto.
PAUSA CON MÚSICA DE MISTERIO
Llena de terror, acudió la policía y el 
juez. Era su deber. Trabajo les costó 
cazar la mano 
(SONIDO DE COSAS QUE 
CAEN Y SE ROMPEN, GOLPES Y QUEJIDOS)
, 
pero la cazaron y todos le agarraron un 
dedo, porque era vigorosa corno si en 
ella radicase junta toda la fuerza de un 
hombre fuerte. 
MÚSICA SUBE BREVEMENTE. BAJA HASTA 
DESAPARECER
¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a 
arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sen-
tenciarla? ¿De quién era aquella 
mano? 
(SONIDO DE UNA CAMPANILLA Y 
UN GOLPE DE MARTILLO)
Después de una larga pausa, al juez se 
le ocurrió darle la pluma para que 
declarase por escrito. La mano enton-
ces escribió: 
(CON VOZ TENEBROSA)
«Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesina-
do vilmente por el doctor en el hospital 
y destrozado con ensañamiento en la 
sala de disección. He hecho justicia». 
MÚSICA SUBE BREVEMENTE. BAJA HASTA 
DESAPARECER
sobre la mesa, las había mirado, las había 
visto, y después había huido por la habi-
tación, una mano solitaria y viva como 
una araña. Allí la habían dejado encerra-
da con llave en el cuarto. 
Llena de terror, acudió la policía y el 
juez. Era su deber. Trabajo les costó ca-
zar la mano, pero la cazaron y todos le 
agarraron un dedo, porque era vigorosa 
como si en ella radicase junta toda la 
fuerza de un hombre fuerte. 
¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arro-
jar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? 
¿De quién era aquella mano? 
Después de una larga pausa, al juez se le 
ocurrió darle la pluma para que declara-
se por escrito. La mano entonces escri-
bió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, ase-
sinado vilmente por el doctor en el 
hospital y destrozado con ensañamiento 
en la sala de disección. He hecho justi-
cia».
Fuente: Ramón Gómez de la Serna (2006). En 
Ciudad 
Seva
. Recuperado el 22 de mayo de 2006,  
gomez/mano.htm