66
Libro para el maestro
SECUENCIA 1
28
Cuento
El elefante encadenado
J
ORGE
B
UCAY
[…] Cuando yo era chico me encantaban los circos, 
y lo que más me gustaba de los circos eran los anima-
les. También a mí como a otros, después me enteré, 
me llamaba la atención el elefante. Durante la fun-
ción, la enorme bestia hacia despliegue de peso, ta-
maño y fuerza descomunal… pero después de su ac-
tuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el 
elefante quedaba sujeto solamente por una cadena 
que aprisionaba una de sus patas a una pequeña es-
taca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un 
minúsculo pedazo de madera apenas 
enterrado unos centímetros en la 
tierra. Y aunque la cadena era 
gruesa y poderosa me parecía 
obvio que ese animal capaz de 
arrancar 
un árbol de cuajo con su propia 
fuerza, podría, con facilidad, 
arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente: ¿qué 
lo mantiene entonces?
¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis 
años, yo todavía confiaba en la 
sabiduría de los grandes. Pregun-
té entonces a algún maestro, a al-
gún padre, o a algún tío 
por el misterio del ele-
fante. Alguno de ellos 
me explicó que el ele-
fante no se escapaba 
porque estaba amaes-
trado. 
Hice entonces la pregunta 
obvia:
—Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta 
coherente
.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefan-
te y la estaca… y sólo lo recordaba cuando me en-
contraba con otros que también se habían hecho la 
misma pregunta.
Para leer
1.
A continuación vas a leer un cuento que muestra una actitud diferente ante los
obstáculos, en contraste con el comportamiento de Andrea Martínez y Arnulfo
Castorena. Descubre las diferencias para comentarlas con el grupo.
SESIÓN 3
S
ESIÓN
3 
Para leer (II)
Lectura del cuento
“El elefante 
encadenado” y la sección 
Palabras 
indispensables
, para relacionar los 
textos de ésta y las sesiones 
anteriores. Al final, se realiza una 
actividad de reflexión sobre el uso de 
conectores temporales.
• 
Para leer
Haga una breve 
recapitulación con el grupo, del 
contenido de los textos sobre Andrea 
Martínez y Arnulfo Castorena que 
leyeron en las sesiones 1 y 2. 
Después explique a los alumnos 
que van a leer un cuento que 
muestra una actitud diferente ante 
los obstáculos, y que tendrán que 
descubrir las diferencias. 
(5 min.)
• 
Lea al grupo, en voz alta, el cuento 
“El elefante encadenado”. Al 
terminar, organice y modere el 
diálogo grupal a partir de las 
preguntas del libro de Español I. 
(25 min.)
2
Cómo conducir un diálogo grupal
• Acepte dos o tres intervenciones de los alumnos. Anote algunas respuestas en el pizarrón, 
para recuperarlas en la discusión o conclusiones. 
• Ayude a los alumnos a fundamentar sus opiniones en los textos que leyeron: sugiera elegir citas 
concretas que ejemplifiquen su postura, y que traten de relacionar sus opiniones con otros textos que 
hayan leído.
• Acepte respuestas distintas; sugiera que se basen en lo que dice el texto (video, mapa o problema)  
o en situaciones parecidas. 
• Para avanzar en el diálogo, resalte las diferencias y semejanzas entre las participaciones  
de los alumnos. Por ejemplo: “Juan dijo tal cosa, pero María piensa esta otra, 
¿qué otras observaciones se podrían hacer?” 
• Cierre cada punto y dé pie al siguiente inciso. Por ejemplo: “Ya vimos las características comunes a todos 
los seres vivos, ahora pasaremos a las diferencias entre un ser vivo y un objeto inanimado”. 
• En cada ocasión otorgue la palabra a distintos alumnos, incluyendo los que no levanten la mano. 
• Señale claramente el momento de las conclusiones y el cierre de los comentarios.
Propósitos de lectura: buscar 
diferencias entre dos o más textos, 
es una forma de establecer un 
propósito para leer, lo cual permite 
orientar la comprensión del texto.