I
FORMACIÓN CÍVICA Y ÉTICA
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Ella siempre dice
que el respeto es lo más 
importante. El respeto y la puntualidad. Como 
en la escuela, que también nos enseñan a ser 
puntuales y el que no llega a tiempo, a la 
tercera vez lo llevan a la dirección.
De los tíos aprendí
a hablar en vez de gritar. 
Bueno, mejor dicho el tío Toño lo dice todo el 
tiempo, pero yo a veces, cuando peleo con mi 
hermano, no me doy cuenta cuando ya estoy 
levantando la voz, él también, y la cosa se pone 
peor.
Al tío José 
también le gusta cuidar las plantas y 
animales. Él además habla de que siempre hay 
que decir la verdad, aunque eso 
es más difícil. 
A mi hermano el otro día lo agarraron con una 
cerveza en la escuela, y dijo que él no la había 
llevado. Yo sé que sí fue él, porque últimamente 
le ha dado por probarla, y ahora está enojado 
conmigo porque cree que yo le dije a mi mamá. 
Yo no le dije nada, fue el maestro, que la llamó 
para hablar.
A mí no me gusta tomar
alcohol. Eso lo aprendí 
de mi papá, porque además le oía decir que 
estaba prohibido andar borracho en la calle, 
que a uno lo podían meter al bote, y que el licor 
lo puede poner a uno muy loco. Yo no sé por qué 
mi hermano está tomando, si a mi papá nunca 
lo vimos en eso. De pronto es por ese grupito con 
el que anda y, claro, ¡también porque mi 
hermano no se mide!
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Comenten: ¿Qué normas identifican en el relato y cómo fueron aprendidas? ¿De qué 
otra manera hubieran podido aprenderse esas normas que observan y qué tan efectivo 
sería aplicarlas?
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Piensa unos minutos qué normas has aprendido tú, de quiénes y cómo las aprendiste. 
Contesta en tu cuaderno: ¿Por qué las cumples?
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Del esquema que elaboraron en la actividad 9, revisen las razones por las que prefieren 
que determinada autoridad les señale las normas y respondan: Cuando cumplen normas, 
¿lo hacen por iniciativa propia o porque se los indica una autoridad? ¿Por qué?