56
Contenido 4
Un pasado siempre vivo: ¿qué conservamos 
de los pueblos prehispánicos?
Comencemos
La expresión cultural y artesanal que heredamos de los pueblos 
prehispánicos que habitaron en el occidente mesoamericano es 
la alfarería en todas sus facetas y estilos. Debemos destacar que 
los hábiles artesanos del occidente no sólo trabajaron la cerámica, 
también se destacaron en la elaboración de objetos de uso ritual 
de gran calidad artística, elaborados con obsidiana, jade, diorita, 
cristal de cuarzo y pirita, que en la actualidad son considerados 
materiales preciosos.
Los herederos de estos oficios han alcanzado fama mundial con 
sus trabajos realizados en los talleres artesanales de Tlaquepaque. 
En su loza dejan ver una inagotable fantasía en las interpretaciones 
que hacen de los motivos prehispánicos, de la naturaleza que les 
rodea y de las expresiones populares: la música de mariachi y los 
bailes tradicionales.
En Tonalá, elaboran mosaicos con diversos motivos, destacando 
los relacionados con la naturaleza en donde presentan ejemplares 
de fauna y flora. En Santa Cruz, El Rosario y la misma Tonalá se 
elabora cerámica para uso cotidiano, tales como botellones, jarros, 
platos, etcétera, casi todos con decoración sencilla.
La fiesta y la música relacionadas con la agricultura, el matrimonio, 
el nacimiento y la muerte fueron expresiones muy arraigadas en las 
culturas mesoamericanas de occidente. Lo demuestran los estudios 
que han hecho los arqueólogos de las figurillas de barro que se 
encontraron como ofrendas en las tumbas de tiro.
Esta herencia es una manifestación permanente en todas las 
comunidades, pueblos y ciudades de nuestro estado. A manera 
de ejemplo, vamos a conocer las fiestas del elote y la calabaza, las 
cuales se celebran en las distintas regiones de nuestra entidad. Se 
conocen con el nombre de 
elotizas
y consisten en la celebración 
de una fiesta con los frutos de la primera cosecha con comida, 
música y baile.