68
BLOQUE CINCO
MENCIETA.- ¡Mira qué mercedes! Haced bien a semejantes.
GUADALUPE.- Da el diablo aquesas semejanzas; sé que otras veces me han curado a mí, mas tú tienes
muy pesada la mano. Yo te juro y te aconsejo que cuando grande no tomes ofcio de casamentera.
MENCIETA.- ¿Por qué?
GUADALUPE.- Porque no es mucho que dure un casamiento hecho de tu mano más que la memoria del
Cid Ruy Díaz.
ARMELINA.- En fn, ¿que ya vas sano?
GUADALUPE.- Dad al diabro sanidad, señora, cuando comienza otra dolencia de nuevo.
MENCIETA.- ¡Bueno está eso! Por no pagarme haces agora esos entremeses.
GUADALUPE.- ¿Y qué entra en una melecina de ésas?
MENCIETA.- Más de real y medio.
GUADALUPE.- ¿Real y medio? Barato es si se me aFojase esto de las costillas. ¿Y qué me durará este
escocimiento?
MENCIETA.- Hasta que gaste el humor, que será quince o veinte días.
GUADALUPE.- Da al diabro tu cura; pues una modorra sana al catorceno cuando mucho, y dura una
melecina de tu mano en sanar veinteno.
MENCIETA.- ¿Dónde vas?
GUADALUPE.- A buscar quien me cure de estos socrocios o cataplasmos.
MENCIETA.- Ven en buena hora, y mira muy bien por allá fuera algún amigo tuyo que se quiera curar
como tú has hecho.
GUADALUPE.- No, no, Mencieta; no te pongas más en ese ofcio, que yo creo que no cobrarás muy buena
±ama con estos tus enjalmos. Queda con Dios.
ARMELINA.- ¡Maldita seas, que reír me has hecho!
MENCIETA.- Entremos, que ya por las calles comienza a rebullir gente.
Fuente:
Ahora, en parejas investiguen e identifquen el origen del
teatro como subgénero dramático, detallando su importancia en
el contexto sociocultural en el que se origina y quién fue su principal exponente.