Practica esta lección: Ir al examen
Redactas textos personales
B
loque
V
Para iniciar, re
Á
exiona
Lee con atención los siguientes textos y a continuación contesta las preguntas que
se te plantean.
Texto 1
Buenavista de Galeana, México D.F. a 6 de mayo de 2013.
Querido Paco:
Han pasado varios días desde que te marchaste de aquí. No sé bien a dónde has ido; sólo sé
que tomarías un tren que te llevaría lejos de aquí. Me pregunto por qué decidiste irte y dejarme
aquí… Hay mil pájaros en mi cabeza que turban mi mente y me preguntan cosas que no se
responder. De lo que no me queda duda es que te extraño y que no sé cómo haré para seguir
sin ti.
La vida en Buenavista es gris. La neblina cae lentamente sobre nosotros cada mañana, y el sol
de tu sonrisa no está para iluminar mis días. Parece que el tiempo pasa lentamente y que nada
avanza a su ritmo normal. Le pido a mi cabeza que deje de pensar en esto pero mi recuerdo se
vuelve a posar en ti.
Sigo yendo cada mañana a alimentar a los animales que compramos para tener un futuro,
¿recuerdas? Teníamos muchos planes y hoy no queda nada. El guajolote
À
aco que compramos
en el pueblo ha crecido mucho y hoy está listo para comerlo si un día vuelves.
Las vacas siguen creciendo y la Torola ya hasta ha tenido becerritos. Son tan bonitos y débiles,
que me conmueve ver lo mucho que necesitan a nuestra vieja vaquita. Los cerdos también han
crecido y ya vendí dos. Quizá para cuando vuelvas, he reunido su
¿
ciente dinero y junto con lo
que tú has ganado, podemos concretar todo lo que hemos soñado. ¿No sería maravilloso vivir
juntos y tener la familia que anhelamos desde que éramos niños? La vida ha pasado tan de
prisa y tan lento a la vez. Parece que no han corrido las manecillas del reloj, pero las arrugas en
mi cara me gritan que ya nada es como lo fue ayer.
Si miro atrás, reconozco que tu amor me ha sostenido a cada paso, en cada momento y decisión
pero no te tengo cerca para compartir ninguna de mis pequeñas victorias. La gente no deja de
preguntar por ti y ya no sé qué responder. He preferido encerrarme en casa y dejar de ir los
miércoles a la plaza para no tener que ver las viejas caras conocidas.
Hay días que sueño que tus manos vuelven a acariciarme y que paseamos juntos por el parque
mientras yo me siento la mujer más afortunada del mundo por tenerte a mi lado. Otras noches
me despierta el miedo de perderte para siempre; la idea de que jamás cumplirás tu promesa de
volver para no marcharte. Le pido al cielo que vuelvas, que regreses para darme tu mirada llena
de paz, de alegría y esperanza.
Las estrellas no brillan igual sin ti y mis ojos no quieren mirarlas si no estás a mi lado para
nombrarlas y hacerlas cumplirme sueños.
Te extraño; y estos seis años sin ti han sido los peores de mi vida. He prometido esperar y he
cumplido mi promesa. Tú prometiste amarme por siempre y me pregunto si en tu corazón sigo
viviendo sólo yo. Nadie sabe de ti y gritan constantemente que mi locura me llevará a la muerte.
Espero por ti y quiero verte un día bajar de ese tren que un día te arrancó de mi lado. Sigo
esperando en la estación que a tu llegada, reconozcas en el brillo de mis ojos, mi amor por ti.
Guardo esta carta con tantas otras que no he podido entregar…
Aleila.
140