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DON NABOR:
Y el sarape, tampoco está feo.
JUAN:
Ahora sí, señores, ya quiero salir de deudas con
ustedes, ¿cuánto les debo?
DON NABOR:
¿Ya nos quieres pagar tan pronto?
DON CENÓN:
Si no hay tanta prisa.
DOÑA BRúJULA:
Tenemos la vida por delante.
JUAN:
Sí, señores, hay que pagar mientras está el dinero, que
vuela y no sabe uno ni cómo. ¿Cuánto se le debe a
usted de la manta, don Nabor?
DON NABOR:
Son seiscientos cuarenta y dos pesos, Juanito.
JUAN:
Hombre, don Nabor, ¿una pieza de manta, seiscientos
cuarenta y dos pesos?
DON NABOR:
Pero Juanito, si te la di hace seis meses, son los
intereses.
JUAN:
¿Pero cómo va a ser tanto?
DON NABOR:
Pues eso es.
JUAN:
Pues no me parece legal.
DON NABOR:
Pues no es legal, es que así es la vida.
JUAN:
Voy a decirle al juez.
DON NABOR:
Pues no te va a salir la tirada, porque ahora el juez de
aquí soy yo.
JUAN:
¡újule, pues estoy fregado!
DON NABOR:
Mira, para no alegar más, dame la chamarrita y
cuatrocientos pesos.
Juan se quita la chamarra y se la da, y también cuatro-
cientos pesos.
DON NABOR:
(
Poniéndose la chamarra
) Ahora sí que estamos a
mano.
JUAN:
(
A don Cenón
) ¿A usted cuánto le debo?
DON CENÓN:
Setecientos ochenta pesos.
JUAN:
(
A Zenaida
) ¿Pues cuánto maíz te comiste, vieja?
ZENAIDA:
Me dio dos hanegas, y una que le debíamos desde
antes.
JUAN:
Haga otra vez la cuenta, don Cenón, porque ésa no
está bien.
DON CENÓN:
Es que no pagas a tiempo, muchacho, por eso se te
hace más pesado.
JUAN:
(
A don Nabor
) Usted que es juez, déme aquí una
manita.
DON NABOR:
Págale, págale. Lo que diga el señor está bien.
DON CENÓN:
Voy a hacerte una rebajita. Dame setecientos y el sarape.
Juan le da setecientos y el sarape.
DON CENÓN:
(
Poniéndose el sarape
) Cuando se te ofrezca algo de la
tienda, yo te presto.
JUAN:
Y a usted, doña BrÚjula, ¿cuánto le debo?
DOÑA BRúJULA:
Cualquier cosilla, novecientos pesos.
JUAN:
Pero si me dio trescientos.
ANEXO 2