Practica esta lección: Ir al examen
Las condiciones en las que vivimos pueden afectar en distinto grado tu vida, pero piensa
que no determinan lo que eres y lo que serás. Aún ante situaciones difíciles puedes ejer-
cer tu derecho a pensar y decidir. Conoce, a continuación, la historia de Elizabeth.
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Elizabeth Araiza tiene 41 años, una mente ágil y una forma profunda y dulce de transmitir
pensamientos e ideas. Es morena, bajita y guapa. Le gusta arreglarse pese a que peinarse,
maquillarse y, sobre todo vestirse, le signifi
ca un enorme esfuerzo en el que debe empeñar
más de dos horas. Elizabeth nació con parálisis cerebral un primero de diciembre, la pe-
núltima de 11 hermanos, seis hombres y cinco mujeres, procreados por un ferrocarrilero
y una mujer dedicada a sus hijos. Desde los cinco años empezó a tener conciencia de su
condición, cuando miraba jugar futbol a sus hermanos y sabía que era diferente, aunque
ellos siempre la trataron como al resto.
“Nunca estudié hasta muy grande”, dice Elizabeth y
sus dientes blancos relumbran en el mediodía soleado
de la Ciudad de México. “Sentía una gran soledad por-
que todos mis hermanos se iban por las mañanas y yo
me quedaba en casa”.
Elizabeth nunca pudo convencer a sus padres de que
la llevaran a la escuela. Le decían que los niños se bur-
larían de ella. Ya en la adolescencia, sus padres no la
dejaban salir sola, tener enamorados y menos un novio.
A los 26 años, su vida dio un vuelco, como si hubiera
salido de un túnel y visto la luz.
Conoció a un muchacho en una fi
esta. Se llamaba
Alejandro. Él le contó que tenía un maestro con disca-
pacidad y la animó a estudiar. Estaba por cumplir 27
años cuando entró por primera vez a un aula para es-
tudiar la primaria. Había hombres y mujeres mayores
que ella, la única con discapacidad. Fue muy difícil
porque no podía escribir a mano y todo debía apren-
dérselo de memoria.
Estudió la secundaria y después hizo cursos de com-
putación y taquimecanografía. Su mamá le dice “dedito
veloz”: escribe en la computadora y textea desde el telé-
fono con el índice de la mano izquierda.
Al terminar, como en otros momentos de su vida, en lugar de detenerse se preguntó:
¿qué sigue? Vender productos de belleza le ayudaba a sostenerse, pero ambicionaba algo
más.
En noviembre de 2014 llegó a la Universidad Nacional Autónoma de México, ²³´, a
presentar un examen de admisión y días después otro propedéutico. Pasó los dos. Ahora
se levanta a las cuatro de la mañana para estudiar la licenciatura en Psicología; desea
especializarse en sexualidad para personas con discapacidad.
Entre 11 hermanos, sólo Elizabeth y una hermana abogada son universitarias.
Adaptado de: Torre, W. (2015).
Ellas superan la adversidad. Mujeres sin límite.
Excélsior, 8 de marzo de 2015.
¿Qué condiciones de tu entorno te afectan? ¿Cómo actúas para lograr algún propósito a
pesar de los obstáculos o desafíos?
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