SECUENCIA 2
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Sigan las indicaciones y contesten las siguientes preguntas:
•
Revisen cuidadosamente la información que pueden ver en ambas proyecciones.
•
En una hoja blanca o en su cuaderno, calquen Groenlandia (señalada con color rojo)
de las proyecciones de Mercator y Peters.
•
Coloquen una sobre la otra y contesten: ¿tienen el mismo tamaño?, ¿sucede lo mismo
con el continente africano, distinguido con color amarillo?
•
En las proyecciones de Mercator y Peters, ¿es idéntica la distancia que separa a Méxi-
co de Argentina?, ¿a qué se debe?
•
Observen el globo terráqueo y ubiquen Groenlandia y la Península Arábiga, notarán que
tienen casi el mismo tamaño. ¿En cuál de las proyecciones el tamaño de estas regiones es
distinto y en cuál similar?, ¿qué proyección representa el tamaño con más fidelidad?
•
¿Qué opinan de que en la proyección de Mercator los países ubicados en el Hemisfe-
rio Norte, donde se encuentran las naciones con mayor desarrollo económico, apa-
rezcan de un mayor tamaño al que les corresponde en la realidad?, ¿a quién creen que
este tipo de proyección puede favorecer?
•
Anoten en su cuaderno las características de las siguientes proyecciones: Proyección
de Robinson y Proyección Homolosena. Para ello consulten “Mapas y líneas” de la
Enciclopedia del Planeta Tierra
, que es parte de las
Bibliotecas Escolares y de Aula o
los libros de texto con que cuentan en el aula.
Los mapas
9.
Lean el siguiente texto, del escritor británico Joseph Conrad, donde sabrán qué pen-
saba un marinero del siglo XIX al mirar un mapa:
“Podía pasar horas enteras reclinado sobre Suda-
mérica, África o Australia, y perderme en los pro-
yectos gloriosos de la exploración. En aquella época
había en la tierra muchos espacios en blanco, y
cuando veía uno en un mapa que me resultaba es-
pecialmente atractivo (aunque todos lo eran), solía
poner un dedo encima y decir: cuando crezca iré
aquí. Recuerdo que el Polo Norte era uno de esos
espacios. Bueno, aún no he estado allí, y creo que
ya no he de intentarlo. El hechizo se ha desvaneci-
do. Otros lugares estaban esparcidos alrededor del
ecuador, y en toda clase de latitudes sobre los dos
hemisferios. He estado en algunos de ellos y.
.. bue-
no, no es el momento de hablar de eso. Pero había
un espacio, el más grande, el más vacío por así de-
cirlo, por el que sentía verdadera pasión…”
Joseph Conrad,
El corazón de las tinieblas
“Pero había un espacio, el más grande, el más vacío por así decirlo,
por el que sentía verdadera pasión…”
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