La actitud
motriz se debe adaptar al cambio 
que se h
a generado durante la actividad 
física 
y 
podemos 
realizar 
dos 
tipos 
de 
movimientos: simples y complejos.
Los simples son aquellos que no requieren una gran técnica para realizarlos, 
por el contrario los complejos, requieren práctica constante y mucho tiempo 
para ser ejecutados con éxito. 
Así cuando lanzamos un balón a corta distancia, esperamos que otra 
persona pueda tomarla sin dificultad, pero si alargamos la distancia del 
lanzamiento las probabilidades de atrapar el balón se reducen ya que 
intervienen otros factores como la fuerza. 
Esto va a ser determinante en nuestro desempeño, pues implica esfuerzo 
por realizar lo que queremos. De esta forma podemos pasar de realizar un 
movimiento simple a uno complejo originando así un cambio que reflejará un 
mejor resultado en la actividad física. 
Retomando el ejemplo anterior (lanzar un balón), un movimiento simple es 
lanzarlo parado en un lugar, un cambio o variación significaría hacerlo 
corriendo, sentado, de espalda, a una mano, etcétera. Dominar elementos 
variados en la actividad motriz nos coloca en una ventaja con quienes 
competimos. 
Esto es cambio, si deseamos ser mejores en lo que 
hacemos debemos saber adaptarnos, y los movimientos 
que hacemos serán simples o complejos de acuerdo con 
la variación o cambio que se dé en el juego. 
107