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Con todo el grupo, formen dos equipos y con ayuda de su 
maestro lleven a cabo un debate.
Un equipo tomará el papel de los sanjuanistas o liberales y 
defenderá las ideas que tenían acerca del servilismo indígena, de 
la entrega de una cuota y de otros privilegios españoles.
El otro equipo defenderá las ideas de los rutineros o 
conservadores, que estaban de acuerdo con lo que había 
impuesto el gobierno español. Cada equipo justificará su postura.
Para finalizar, en grupo expongan una conclusión con sus propias 
ideas.
Río y malecón de Champotón.
Costa de Campeche.
Ante esto, el mismo año de 1814, sin previo 
reconocimiento de las autoridades españolas, 
Yucatán constituyó su propio reglamento 
de comercio, por el cual abrió sus puertas al 
comercio extranjero. Impuso un impuesto 
alto para los barcos extranjeros, medio para 
los españoles y bajo para los del puerto de La 
Habana. Esto beneficiaba a los comerciantes 
yucatecos, pues La Habana era con la que 
tenían más contacto. En cambio, perjudicaba 
a los campechanos, pues los puertos de San 
Francisco de Campeche, San Bartolo Lerma y 
Champotón tenían más comercio con barcos 
españoles y extranjeros.
Mientras tanto, se reorganizó la Sociedad de San 
Juan. El verdadero impulsor de este movimiento 
fue Lorenzo de Zavala, junto con Mariano Carrillo 
y Albornoz. Sin embargo, la sociedad ya no fue la 
misma que al principio, pues ahora se integraban 
curas, hacendados, comerciantes, intelectuales y 
antiguos liberales. Con la influencia de los recién 
ingresados se llegó, incluso, a cambiar el nombre 
de la agrupación por el de Confederación 
Patriótica.
El mando del gobierno recayó en esta 
confederación, la cual nombró como capitán 
general de la provincia al señor Mariano 
Carrillo y Albornoz; pero dentro de esta nueva 
agrupación se produjeron graves problemas 
que la llevaron a dividirse, y de esas diferencias 
se aprovecharon los rutineros para hacer valer 
sus pensamientos e ideas.