57
Al otro día, cuando abrió  
la tienda, encontró todo patas para 
arriba. Aquello era un verdadero 
desastre.
La mercancía de los mostradores 
estaba tirada en el suelo, los sacos 
de maíz y frijol despanzurrados;  
los tomates apachurrados. 
Esa noche, don Manuel estuvo 
muy atento a cualquier cosa  
que se oyera.
Ya muy tarde, después de la 
medianoche, se oyó un ruidero 
bárbaro.
Don Manuel y su familia fueron a 
ver quÉ sucedía en la tienda. Cuando 
abrieron la puerta se llevaron una 
gran sorpresa.
de la tienda