Un panorama de oro y azul
Cuando alguien visita el estado de Morelos, 
es difícil que olvide la hermosura de esta tierra: 
la abundancia de plantas y el agradable clima de 
Cuernavaca, los balnearios de aguas termales en 
Cuautla, los plantíos de caña que aromatizan con 
dulzura el aire caliente en Jojutla y Zacatepec, el 
tranquilo atardecer en el lago de Tequesquitengo, 
el sabor de las frutas de Coatlán del Río, la belleza 
de los cerros de Tepoztlán y la frescura de los 
bosques en Huitzilac. 
Cómo olvidar también el azul intenso de su 
cielo en contraste con los tonos verdes, amarillos 
y rojizos de la vegetación que casi siempre cubre 
las planicies y los cerros. Tal vez por ello, en 1891, 
el escritor mexicano Manuel Payno escribió en su 
novela 
Los bandidos de Río Frío
:
Después de subir hasta lo más alto de las montañas 
que rodean el Valle de México y de internarse en 
boscosos senderos, repentinamente y como si se 
hubiese recorrido un gigantesco telón, se presenta 
a la asombrada vista un panorama de oro y azul, 
inmenso, profundo…*
Ese panorama que maravilló al escritor Manuel 
Payno hace más de cien años forma parte del lugar 
donde vives: el estado de Morelos.
* Manuel Payno, 
Los bandidos de Río Frío, 
México, Porrúa, 1968, p. 626.
De aquí soy