Las costumbres de los españoles  
modificaron el paisaje, ya que 
introdujeron nuevos cultivos, como el 
trigo; y para trabajar la tierra emplearon 
bestias de tiro que en América eran 
desconocidas. Además, hicieron obras 
hidráulicas, construyeron caminos para 
carruajes y caballos, y levantaron nuevas 
ciudades. Todo esto provocó cambios en 
el ecosistema original.
En Nueva España, el sistema 
virreinal obligaba a los indígenas y a los 
españoles a vivir en espacios distintos. 
A estas poblaciones se les llamó, para 
diferenciarlas, repúblicas de indios  
y repúblicas de españoles. Cada república 
establecía sus propias leyes, de modo  
que españoles e indígenas tenían derechos 
y responsabilidades diferentes ante el  
rey y la Iglesia. Por ejemplo, los indígenas 
no podían ser juzgados por herejes, 
mientras que los españoles eran castigados 
severamente cuando éstos desobedecían 
las normas establecidas por la Iglesia, como 
comer carne en los días de ayuno. 
Por otra parte, los indígenas estaban 
obligados a pagar tributo y no se les 
permitía pasar más de veinte días fuera  
de sus pueblos. 
Esta división contrastante de la 
población ocasionó que las ciudades 
indígenas y las españolas poseyeran sus 
propios hospitales, iglesias y escuelas. 
Nuevas actividades 
económicas: 
cambios 
en los paisajes 
y en la vida cotidiana 
de mi entidad
TEMA
2
Aprendizajes esperados
Reconoce los cambios en el paisaje 
y la vida cotidiana de la entidad a partir 
de la incorporación de nuevas actividades 
económicas en el Virreinato.
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