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BLOQUE
III
La música
El son es un género musical que tiene muchas variantes, pero cuyos 
rasgos principales son los instrumentos de cuerda (violín, guitarra, 
jarana) y percusión, los cantos en forma de versos y la inclusión 
del zapateado que complementa la rítmica producida por los 
instrumentos.
El son es una mezcla de música mestiza que data del Virreinato, 
y está compuesta por ritmos nativos indígenas, ritmos provenientes 
de España y música traída por los primeros esclavos africanos. Los 
temas incluyen los estados de ánimo de la gente, leyendas, mitos, 
personajes célebres e incluso acontecimientos memorables de la 
localidad. Una característica que hace especial al sonero, o músico 
que interpreta sones, es su capacidad de improvisar coplas de manera 
ingeniosa mientras toca su instrumento. 
El son se interpreta en muchas regiones del país. El tipo de son 
característico en Puebla se denomina son huasteco y se escucha 
sobre todo en las regiones de la Sierra Madre Oriental. Éstos son unos 
ejemplos de sones que fueron compuestos por músicos de nuestro 
estado.
Las poblanitas
Lloren, lloren, poblanitas,
qué les falta pa’ llorar,
qué les falta pa’ llorar.
Lloren, lloren, poblanitas,
cuántas muchachas bonitas
he visto en este lugar
que parecen virgencitas
cuando salen a pasear.
Ausente de m∑í estarás,
pero no de mi memoria,
pero no de mi memoria
y ausente de mí estarás…
Los chiles verdes
… Chiles verdes me pediste,
chiles verdes te daré,
vámonos para la huerta,
allá te los cortaré.
Estoy malo de la garganta,
pero me voy a aliviar,
pero me voy a aliviar,
estoy malo de la garganta.
..
El mole
El mole poblano es conocido en todo el país. Existen muchas 
leyendas para explicar el origen de tan delicioso platillo; aquí 
sólo mencionaremos una, la que atribuye su invención a san 
Pascual Bailón.
Un día, un franciscano al que le decían Pascual Bailón 
meditaba en su convento en la ciudad de Puebla cuando recibió 
la noticia de que el obispo llegaría en cualquier momento a visitar 
su convento. La inesperada visita de tan importante personaje 
llenó de angustia a Pascual Bailón y a los otros frailes porque no 
tenían suficientes ingredientes en la alacena para ofrecer una 
comida suntuosa al obispo. Pascual, quien estaba encargado en 
el convento de las tareas de la huerta y de la cocina, corrió a 
reunir los pocos productos disponibles. Tan nervioso estaba por 
preparar un platillo que agradara el exquisito paladar de su visita, 
que tropezó por accidente, dejando caer sobre una cacerola 
todos los chiles y especias que traía consigo. Sorprendido por el 
buen olor que emanaba de la cacerola, Pascual decidió ofrecer 
esa comida al obispo, a la cual llamaron mole. El obispo quedó 
encantado y el mole se convirtió en un platillo muy valorado. 
san Pascual Bailón se convirtió así en el santo de los cocineros y, 
según cuenta la leyenda, cuando se le pide ayuda en la cocina, el 
santo hace el milagro para que la comida salga deliciosa.
Pascualito muy querido 
mi santo Pascual Bailón
yo te ofrezco este guisito 
y tú le pones la sazón.