98
Una época de bonanza
A diferencia de la mala situación de Bacalar en los siglos 
anteriores, a principios del 
XIX
era un poblado que se 
distinguía por el esplendor de su economía, basada en 
la explotación forestal y el intenso comercio. Antes de 
1848, cuando Bacalar fue destruida por la guerra de 
castas, la ciudad contaba con 43 casas de 
mampostería 
con azoteas de sólida y hermosa construcción. También 
existían una iglesia, grandes almacenes y una aduana 
marítima. ¿Recuerdas que en 1639 Bacalar tenía apenas 
28 habitantes? Pues bien, para estas fechas ya había 
aumentado a 5 063 pobladores. 
¿Y por qué de pronto este progreso?
El auge tuvo lugar por el intenso comercio que los mayas 
de Peto y Tekax practicaban, llevando en sus espaldas, o en 
caballo, diversos productos a Bacalar. Introducían gallinas, 
ganado, aguardiente, tabaco, almidón, cacao, sombreros y 
guitarras. Además, en este lugar se establecieron ingenios 
(fincas equipadas con maquinaria) para fabricar azúcar, 
panela y mieles para elaborar aguardiente. Los pobladores 
también cortaban madera como caoba, cedro y palo de 
tinte. Los bacalareños exportaban estas mercancías a 
Belice, a lo que se agregaban frutas, cabras, puercos 
y hamacas, entre otras. Mientras tanto, los ingleses 
introducían a Bacalar manta cruda, estribilla, entre otros 
productos comerciales.
La prosperidad de Bacalar no alcanzó sólo a los 
comerciantes y empresarios forestales, en la ciudad era 
notoria la ausencia de gente que viviera de la limosna, 
tal como sucedía en otras ciudades y pueblos de Yucatán, 
donde abundaban los 
menesterosos
. No había una sola 
persona que careciera de un patrón que le proporcionara 
ocho pesos cada mes y el sostén necesario, o un jornal 
de cinco o seis reales por realizar distintos trabajos como 
labrar vigas, sacar madera, acarrear leña, cosechar, 
sembrar o desyerbar cultivos, conducir balsas, y toda una 
serie de ocupaciones que daban empleo a los habitantes.
Observa las ciudades y poblaciones de hoy, llenas de 
tránsito de automóviles y camiones que conducen 
mercancías de un lado a otro. Ahora, imagina este intenso 
movimiento pero en la laguna de Bacalar, en la que había 
una multitud de botes, canoas pequeñas y cayucos que 
surcaban sus aguas por diferentes direcciones.
De nuevo un ídolo en Copán
(detalle), de Frederick Catherwood.
Glosario
Mampostería:
procedimiento de 
construcción en que se 
unen las piedras desiguales 
con argamasa.
Menesteroso:
falto, 
necesitado, que carece de 
una cosa o de muchas.