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Después de haber 
estudiado la 
historia de nuestro 
estado en la época 
de la guerra de 
Independencia, 
específicamente en 
Bacalar, organicen 
equipos y elijan una 
escena de la vida 
cotidiana. 
• 
Elaboren un diálogo 
que se establezca 
entre diferentes 
personajes: 
comerciantes, 
cargadores, 
navegantes, 
indígenas, guías de 
ruta, entre otros.
• 
Socialicen el 
diálogo entre sus 
compañeros y 
posteriormente 
inviten a otros 
grupos y presenten 
una dramatización.
Mientras tanto, las jornadas por el camino de terracería 
podían ser muy agotadoras para los comerciantes que 
desconocían la naturaleza local. En ocasiones el agua 
escaseaba y la sed los atormentaba hasta que encontraban 
algún depósito de agua, búsqueda que en tiempos de secas 
podía resultar imposible. Pero los más experimentados 
buscaban un bejuco grueso, al que hacían una cortada y 
obtenían agua limpia y fresca. En caso de extraviarse en 
la selva, debían observar y reconocer la primera vuelta 
que había dado algún tronco, que siempre y sin excepción 
era hacia el norte, y con ello podían retomar el rumbo 
correcto.
Varios productos de Bacalar y sus alrededores fueron 
utilizados para fabricar diversos objetos y mercancías, así 
como para elaborar algunos medicamentos. Un señor de 
apellido Aguilera, oriundo de Izamal, producía pastillas 
para teñir, utilizando para ello el palo de tinte. El colorante 
obtenido era de igual calidad al extranjero y en las tiendas 
se obtenía a bajo precio. 
En una ocasión, ante la falta de linaza para avivar la pintura 
y las partes doradas del altar de su iglesia, al cura de 
Tihosuco, Manuel Pacheco, se le ocurrió extraer el aceite 
del corozo y logró elaborar un líquido de bajo costo que 
suplió a la linaza con buenos resultados. Otro beneficio que 
obtuvieron del corozo consistió en un exquisito vino,  
tan bueno como el que adquirían del extranjero a elevados 
precios; el único inconveniente era que el licor se 
descomponía en un par de días.
Había algunas plantas que los bacalareños utilizaban con 
fines medicinales, como la zarzaparrilla, recomendada 
para aliviar “la impureza de la sangre”. En las boticas 
se preparaban elíxires a partir de un bejuco llamado 
contrayerba inglesa, nombrado de este modo porque la 
gente de Belice la usaba para curar enfermedades del 
estómago. 
Mientras que en otros lugares del Virreinato se libraban 
las batallas por la independencia, en Bacalar hubo una 
etapa de paz y prosperidad que luego fue interrumpida en 
1848, cuando la ciudad fue atacada por primera vez por los 
mayas que iniciaron la guerra de castas.
Comprendo  
y aplico