Cuaderno de actividades de aprendizaje /
Literatura II
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Cata que, si más me enseñas,
te enclavaré las entrañas
para más te lastimar.
PELAYO: Pues si más yo me embotijo,
¡mal por ti, por Sant Domingo!
¡Guiarte que si me desciñó
mi hondijo,
frotarte en la cholla un guijo!
Veamos tú con tu fecha
muy derecha,
aunque vengas más derecho,
si tiraras más derecho
o por arte más derecha.
AMOR: Espera, espera, pastor,
que yo te daré el castigo,
¿por qué te tomas conmigo,
don traidor,
sabiendo que soy Amor?
PELAYO: No daré un maravedí,
juro a mí,
por ti, zagal, ni dos clavos.
Otros he visto más bravos,
no me espanto yo de ti.
Aballa taste, no vagues
si quieres ir de aquí sano.
AMOR: Pues toma ágora, villano,
porque amagues,
pues que tal haces, tal pagues.
PELAYO: ¡Ay, ay, ay, que muerto soy!
¡Ay, ay, ay!
AMOR: Así, don villano vil,
porque castiguen cien mil,
en ti tal castigo doy.
Quédate ágora, villano,
en ese suelo tendido,
de mi mano mal herido,
señalado,
para siempre lastimado.
Yo haré que no fenezca,
mas que crezca
tu dolor, aunque reclames.
Yo haré que feo ames
y hermoso te parezca.
BRAS: ¡A, Pelayo! ¿Qué as ávido?
Dime, dime, así te goces,
cual reclamo de tus voces
me ha traído.
¿De qué estás amodorrido?
Di, di, di, Pelayo, ¿qué es?
PELAYO: ¡Ay, ay, Bras!
¡Muy fuerte mal es el mío!
BRAS: ¿Si se te achacó de Frío?
PELAYO: De frío no, mas de más.
BRAS: Pues dime, dime de qué,
que bien sabes que me dan
tus dolores gran afán.
PELAYO: No podré.
BRAS: Sí podrás.
PELAYO: Yo te diré.
Un garzón muy repicado
y arrufado
vino por aquí a tirar;
yo quisiérale prendar
y él me ha muy mal tratado…
Fuente:
Consultado el 20 de noviembre de 2014.