El concepto de dirección sólo se refiere al espacio parcial o 
kinesfera; el espacio total lo exploramos con el desplazamiento. 
Ahora bien, como siempre nos llevamos nuestra kinesfera, al 
desplazarnos también usamos direcciones. Los planos suponen 
la unión de dos dimensiones. Y las áreas enmarcan los 
extremos de cada dimensión: lo que supone un despliegue de 
los planos en diferentes direcciones. 
Reúnete con tres compañeros. Exploren los niveles, las dimensiones, los planos y las áreas. 
Piensen en alguna motivación para cada una de 
las exploraciones, por ejemplo: alcanzar una 
fruta de un árbol, dibujar en el aire la silueta de un amigo, agacharse a tomar agua del río. 
Expliquen por escrito por qué cada exploración realizada corresponde a cada concepto 
estudiado. 
Construyan una frase o secuencia de movimiento utilizando los conceptos relacionados con el 
espacio. Organicen en acciones los siguientes conceptos y entretejan uno con otro de modo 
que se produzca un efecto de organicidad (que un movimiento surja uno de otro): 
desplazamiento + dirección + pausa activa + desplazamiento. 
Piensen en alguna motivación para ejecutarla, por ejemplo: comiencen paseando por el parque 
en un desplazamiento sin rumbo; de pronto, ven caer un papelito al piso y se agachan (nivel 
bajo) para recogerlo, ahí mismo, en pausa activa, léanlo sorprendidos, levanten la cabeza y 
diríjanse en camino recto hacia la persona que lo aventó. 
Enriquezcan la frase con duración y dinámica (grado de energía corporal): el desplazamiento 
sin rumbo ejecútenlo en 8 tiempos con energía liviana o leve, la dirección en 3 tiempos con 
energía delicada, la pausa activa en 5 tiempos y el camino recto en otros 8 tiempos con energía 
firme. Repítanla rítmicamente y busquen una música lenta de 4/4 para acompañarla. 
Creen otra frase de movimiento en que utilicen, además de desplazamiento, dirección y pausa 
activa, algún concepto relacionado con las posibilidades anatómicas (flexión, extensión o 
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