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Convertirse en adolescente es toda una aventura de descubrimientos y cambios, es
una transformación gradual, que exige al mismo tiempo ganar y perder. Lo cierto
es que siempre deseamos ganar y nunca perder: deseamos que nos vean y traten
como grandes, pero cuando nos exigen como tales, entonces decidimos actuar como
niños para no asumir la
responsabilidad
de nuestros actos. Perder no siempre es
negativo, ya que a la larga esta pérdida se convierte en ganancia. Entonces ¿qué tiene
de malo ser responsables? Si deseamos independencia y autonomía, es justo pagar el
precio: es decir, ser responsable. Y es precisamente la eterna discusión de los padres
con sus hijos durante la adolescencia.
Para reflexionar
…
Hay dos tipos de responsabilidad:
1. Responsabilidad interior: aceptar la responsabilidad para con uno mismo,
representa la necesidad de autocuidado.
2. Responsabilidad exterior: implica la participación, la responsabilidad hacia
otras personas.
Anameli, Monroy (2002),
Salud y sexualidad en la adolescencia y juventud.
Guía práctica para padres y educadores
, p.13.
¿Cuál de los dos tipos de responsabilidad es la más importante? ________________
¿Por qué? ___________________________________________________________
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¿Por qué se dice que para ser adolescentes autónomos e independientes es necesario
ser responsables? _____________________________________________________
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¿De qué manera se puede aprender a ser responsables? ______________________
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Para reflexionar
…
Las familias que tienen hijos adolescentes deben flexibilizar las normas y delegar
responsabilidades en los hijos. De esta manera los muchachos aprenderán a tomar
decisiones y asumirán la responsabilidad sobre sus asuntos. Lo idóneo es que, en la
medida que los hijos ganen autonomía, incremente el grado de responsabilidad con
el grupo familiar: pueden salir solos, pero deben avisar a dónde van, con quién
estarán y a qué hora esperan regresar.
La evolución de la familia alcanza un punto clave en el momento en que los hijos
logran ser autónomos e independientes.
Luz de Lourdes, Eguiluz (2003),
Dinámica de la familia. Un enfoque psicológico sistémico
, p.3.