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Poda
Para obtener melones más grandes, hay que hacer varias veces una labor que se llama poda, la cual no
es otra cosa que cortes en la planta para que tenga guías y frutos más fuertes.
La primera poda se realiza cuando las plantas tienen cuatro hojas, cortando la guía encima de la segunda
hoja. Unos días después del corte, brotan dos ramas conocidas como de segunda generación. Cuando
estas ramas tengan cinco hojas, se hace la segunda poda cortando arriba de la tercera hoja.
Unos días después brotan las ramas conocidas como de tercera generación que llevan las flores
masculinas. A un lado de las anteriores se desarrollan las ramas llamadas de cuarta generación que
llevan las flores femeninas. Las flores femeninas de las ramas de cuarta generación son las que
producen los melones.
Cuando los meloncitos estén del tamaño de una nuez se hace la tercera poda, cortando las ramas o
guías que no tienen fruto por encima de la quinta hoja. Para tener melones grandes, en cada guía o rama
no debe haber más de un fruto, razón por la que, cuando los melones tengan el tamaño de una manzana
grande, se deja el mejor de todos y los demás se arrancan.
Es importante ir despuntando los nuevos brotes sin fruto por encima de la cuarta hoja. La poda o
despunte se debe hacer al amanecer, usando un cuchillo desinfectado o hervido para evitar inocular
enfermedades en la planta.
Cosecha
Aunque la cosecha del melón se hace en cualquier época del año, el fruto se vende mejor en primavera y
verano. Si los melones se van a mandar a mercados lejanos, la cosecha del melón se realiza cuando la
cáscara es lisa y los frutos empiezan a decolorarse o despintarse.
La cosecha debe realizarse a mano, en las primeras horas de la mañana, presionando el pedúnculo para
que se separe el fruto. La madurez del melón se conoce cuando el fruto alcanza el tamaño natural de su
variedad o clase o cuando al moverlo un poco se desprenda de la guía. La colecta de los melones se
hace en una bolsa o ayate y luego se pasan a costales para llevarlos al lugar de su empaque y venta.
Empaque y conservación del melón
Los melones se empacan en huacales o cajas de madera colocando dos o tres filas con cuidado para
que no se maltraten. Como los frutos son difíciles de conservar, se deben comer al poco tiempo de
cortados, pudiéndose guardar unos días en lugares frescos y bien ventilados para que no se pudran.
Para conseguir mejor precio de venta, se deben clasificar de la siguiente manera:
Melones extra, los más gruesos y mejor formados, sin defectos o golpes. Caben 27 frutos por caja de
empaque normal.
Melones de primera, de tamaño mediano, bien formados y no maltratados. Caben 36 por caja y
alcanzan un buen precio en el mercado.
Melones de segunda, de tamaño chico, buena forma y sanos; caben 45 en cada caja. Son bien
pagados.
Melones de tercera, son los frutos más chicos o deformados o con magulladuras. Caben 56 melones
por caja y su precio es mucho menor.
Plagas