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Libro para el maestro
información, resolver problemas, investigar y comunicar los resultados de 
su investigación.
Elaborar el pensamiento propio alrededor de lo que se lee o escribe 
requiere oportunidades, tiempo y apoyos suficientes para dialogar, narrar, 
explicar, argumentar, repensar ideas y buscar mejores formas de expresarlas, 
plantear hipótesis, y ensayar interpretaciones. Estas son las tareas que el 
maestro puede organizar y apoyar.
Para favorecer la formación de los alumnos como lectores y escritores 
críticos, es necesario ofrecerles oportunidades de participar en diferentes 
eventos comunicativos en donde los actos de leer y escribir tengan 
significado ligado a lo que los alumnos sienten, piensan y hacen; también 
enseñarles a validar o descartar interpretaciones de los textos, y propiciar 
diversas formas de compartir sus experiencias mediante y alrededor de la 
lengua escrita, por ejemplo, el análisis de problemas de la comunidad y 
sus posibles soluciones, o la organización de eventos culturales. En tales 
situaciones de lectura y escritura es esencial la intervención del maestro 
para que sus alumnos se acerquen a diversos modelos de la cultura 
escrita, a la vez que reciban retroalimentación sobre la eficacia y calidad 
de sus escritos e intervenciones orales.
Organización didáctica
En el nuevo modelo el trabajo didáctico se organiza en segmentos 
didácticos denominados 
secuencias de aprendizaje
en las que los 
contenidos y actividades se articulan alrededor de un proyecto temático y/
o comunicativo. Al interior de cada secuencia se realizan actividades 
permanentes de lectura, escritura, búsqueda de información, investigación 
y reflexión sobre la lengua. Cada secuencia de Español se lleva a cabo en 
10 sesiones con una duración de 50 minutos cada una. Esta propuesta de 
horario se basa en la necesidad de dar a los alumnos tiempo suficiente en 
cada sesión para completar una actividad de diálogo, lectura, escritura o 
búsqueda de información.
Los proyectos requieren tiempo para preparar, elaborar y presentar 
productos ante el grupo; permiten profundizar la comprensión, reflexión y 
elaboración de los textos que se leen y escriben; y hacen posible vincular 
e integrar contenidos. En segundo grado se incluyen, por ejemplo, 
proyectos como realizar una entrevista, escribir cuentos y biografías, leer 
una novela y escribir una reseña o escribir y representar una obra de 
teatro.