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Libro para el Maestro
Ante el debilitamiento del sistema
mexicano,
emerge como antídoto el deseo ciudadano de encontrarse
consigo mismo, de organizarse y de participar, no con el
propósito de reconstruir escenarios pasados, sino con la
intención de encontrar nuevas formas de interacción social
que permitan alcanzar mejores condiciones de vida para
todos, en lo individual y lo colectivo. En este contexto, es muy
importante introducir, reflexionar y debatir sobre la naturaleza
del ser ciudadano.
A) LA DIMENSIÓN JURÍDICA
El uso más común del término ciudadanía hace referencia a
la nacionalidad de una persona. La frase mágica durante el
Imperio romano era la de
civis romanus suum
(soy ciudadano
romano), lo cual permitía establecer una clara y gran
diferencia entre el conquistador y el conquistado […] Ser
Ciudadano, en este sentido, significa haber nacido o haber
elegido vivir y conducirse bajo los derechos y obligaciones
impuestos por el país al que se pertenece.
B) LA DIMENSIÓN POLÍTICA
El papel central que los estados modernos le han asignado a
los ciudadanos es el ejercicio de la democracia electoral. Un
ciudadano tiene el derecho de elegir gobernantes cada
determinado
tiempo.
Una
vez
ejercido
ese
derecho,
prácticamente no tiene ningún otro derecho político hasta
que, conforme al calendario electoral, vuelva de nuevo a
expresar su voluntad en las urnas.
Este único derecho está además constreñido a ejercerlo
mediante la figura de los partidos políticos […].
C) LA DIMENSIÓN SOCIAL
La década de los sesenta inició con la esperanza de reconstruir
las relaciones internacionales bajo los criterios de justicia,
paz y desarrollo para todos los países […] Por distintas
razones este esfuerzo fracasó. La voluntad de los gobiernos
ricos se debilitó, y la capacidad de los gobiernos de los países
pobres no se consolidó. Frente a esta situación de incapacidad
gubernamental, la sociedad civil empezó a movilizarse y
organizarse, para denunciar, pronunciarse y actuar en la solución
de una gran cantidad de problemas sociales que requerían ser
atendidos. Mucha de esta inquietud se expresó en el movimiento
de contracultura frente a los valores promovidos por las
instituciones tradicionalmente monopolizadoras del poder.
Las ONG, constituidas las más de las veces por profesionistas
y activistas con sentido social, provenientes de universidades,
partidos políticos e instituciones religiosas, empezaron a
ejercer capacidades de interlocución ciudadana con las
instancias de poder y a difundir ampliamente sus ideas y
posiciones.
D) LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
Con el nacimiento de la producción industrial se transformó
también el concepto de la naturaleza física y el significado
del consumo de los bienes producidos. El consumidor entró al
mundo de la economía a jugar un papel cualitativamente
distinto del tradicional. En el mismo sentido, también se
inventó la idea de que toda sociedad debe basar su
sustentabilidad en su capacidad de consumir todo aquello
que las fuerzas productivas introducen en los mercados.
Este modelo de producción industrial opera bajo el supuesto
implícito de que no hay ciudadanos, sino consumidores [.
..].
Frente a esta aproximación mecanicista del desarrollo, y
teniendo en cuenta su incapacidad para producir lo que
pregona, muchos grupos de ciudadanos se organizan para
pensar y experimentar fórmulas de desarrollo con sentido
humano. La visión ciudadana de lo económico surge de un
rechazo a considerarse como consumidor y a colocarse como
conductor del porqué, del para qué y del cómo generar y
distribuir riqueza.
Ciudadanía: un concepto equívoco
y en movimiento
“Ciudadanía: un concepto equívoco y en movimiento”, página 163, es: Vicente
Arredondo Ramírez. “Construir ciudadanía: educar para la participación
ciudadana”. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, vol. XXVII,
Nos. 1 y 2, 1997, pp. 33-58.