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Libro para el maestro
Libro para el maestro
El libro para el maestro ofrece un conjunto de sugerencias para el desarrollo 
de las situaciones de aprendizaje. En este material se hacen indicaciones 
relacionadas con:
•
La organización del tiempo en el aula.
•
Recomendaciones didácticas para el desarrollo de las situaciones de 
aprendizaje basadas en las “Cinco sugerencias para enseñar en la Telese-
cundaria”.
•
Respuestas para las actividades.
También contiene un apéndice en el que puede consultar dos textos: Mapa de 
Ejes y Nociones y Dificultades para el aprendizaje de la Historia. En el primer 
apartado del apéndice, podrá observar de manera gráfica la gradación del 
desarrollo de cada una de las nociones que se trabajan durante el curso. En 
el segundo, se presentan algunas de las principales dificultades de los 
adolescentes para aprender Historia, las cuales se acompañan por sugeren-
cias para enfrentarlas y apoyar la formación de los alumnos.
La evaluación
La evaluación se considera parte integral de los procesos de enseñanza y de 
aprendizaje, por lo que no está orientada al rendimiento de cuentas, sino 
planteada como una experiencia formativa y útil para el docente y los 
alumnos.
En una primera parte, las secuencias de evaluación de Historia I proponen 
una valoración de los contenidos estudiados en el bloque y del uso de 
recursos para el manejo de información histórica. Posteriormente, se presenta 
uno de los Temas para analizar y reflexionar señalados en el Programa de 
estudios, el cual se trabaja a partir de fuentes primarias o secundarias, y se 
propone como modelo para trabajar éste o el tema que elijan el maestro y su 
grupo. La última parte de las secuencias de evaluación está destinada a 
reflexionar sobre las relaciones entre pasado, presente y futuro con el fin de 
fortalecer la formación de la conciencia histórica para la convivencia. Con 
ello, podrá contar con los elementos necesarios para valorar el aprendizaje 
de sus alumnos.
Por último, debe señalarse que los materiales elaborados parten del reconoci-
miento de que es el docente quien organiza, selecciona y jerarquiza las 
distintas actividades de acuerdo con las características de sus alumnos. Por 
tanto, se apela a su sensibilidad y habilidad para adaptar actividades, gene-
rar situaciones de aprendizaje y crear una atmósfera de confianza que 
favorezca el diálogo, el intercambio de ideas y la construcción colectiva de 
conocimientos.