Practica esta lección: Ir al examen
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Para reflexionar
¿Te preocupas por las cosas?
¿Alguna vez se han preocupado tanto por el resultado del examen que se han enfermado? O tal vez
[en el descanso dieron un empujón a un compañero que saben que busca siempre pleito] y pensaron
“No voy a salir vivo de ésta” ¿Pero qué ocurrió? ¿Acaso murieron?
Fíjense cómo su miedo nunca se refiere a lo que está ocurriendo ahora. Casi siempre se refiere a lo
que puede ocurrir, o a lo que pudo ocurrir. Su mente está en el futuro y eso es lo que origina toda la
tensión. Recuerden dos cosas:
Primero, que las cosas normalmente se arreglan por sí solas. Antes de hoy se han preocupado por
miles de cosas, ¡pero han sobrevivido!
Segundo, que por mucho que se preocupen eso no cambiará nada. (¡Tal vez quieran compartir esta
información con sus papás!) Si quieren hacer algo para arreglar un problema, ¡maravilloso! Pero
sentarse a esperar, es lo peor, o decir a todos lo preocupado que están no sirve para nada.
Dice Fred: “Por supuesto que me preocupo. ¡No puedo evitar pensar lo que pienso!” Si tú no puedes,
Fred, ¿quién lo hará?
Si son personas que se preocupan, aquí está una estrategia para controlar la preocupación: Elaboren
una lista de preocupaciones. Escriban en ella todo aquello de lo que quieran preocuparse: “¿pasaré
los exámenes?”, “¿me ama mi novio?”, “¿mi nariz es demasiado grande?” Pongan todo en su lista.
Ahora determina un momento, digamos el sábado a las tres de la tarde, en el que se preocuparán por
todo lo que hay en la lista. Hasta que llegue este momento disfruten de la vida.
Cuando lleguen las tres de la tarde del sábado tienen dos alternativas:
1. Pueden sentarse y preocuparse por todo lo que hay en la lista. Ahorrarán tiempo, porque la mitad
de las cosas de las que iban a preocuparse ya habrán ocurrido, o
2. Pueden hacer pedazos la lista e ir a ver una película. ¡Y lo digo en serio!
Es su mente y pueden reprogramar la preocupación. Ustedes eligen lo que piensan ¿Quién decide lo
que piensan sino ustedes mismos?
Algo más que hay que recordar: su mente no es un vacío. Si quieren sacar de ella la preocupación
tienen que sustituirla con otra cosa. Las preocupaciones regresarán a menos que hagan algo. [Por
eso] la mejor solución es actuar. Arreglar el problema. [
] Las personas responsables actúan, pero la
preocupación es destructiva. ¡Arruina tu salud y hace de ti una mala compañía!
Andrew Matthews (2001),
Sé un adolescente feliz
, p.118.