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Para reflexionar
…
La participación de las familias en la escuela 
La educación escolar es una tarea que los maestros realizan por delegación de los padres y madres de 
nuestros alumnos. Al poner a sus hijos bajo nuestra tutela, las familias expresan un acto de confianza ya 
que nos hacen entrega de un ser muy querido, con la esperanza de que le ayudemos a desarrollar unas 
capacidades que ellos, por falta de preparación o de tiempo, no son capaces de proporcionarle [
…
] 
Los maestros compartimos con las familias de nuestros alumnos el compromiso de educarles y este 
hecho reclama el 
ineludible
conocimiento mutuo y la complementariedad de nuestras actuaciones. 
La colaboración es aún más necesaria, si cabe, cuando las evidencias nos indican que cada vez está 
menos clara la frontera entre lo que “debe enseñarse y aprenderse” dentro de la escuela o fuera de 
ella 
[
…
] debido a los requerimientos, también en evolución y muda constantes, que la sociedad 
plantea a la escuela. 
Las familias, pues, tienen el derecho a interesarse por el proceso educativo que siguen sus hijos en 
nuestras escuelas y a participar en él. Es más, en los sistemas escolares democráticos, la 
intervención de los agentes sociales en la educación escolar y, en concreto, de las familias, además 
de un derecho se considera también un deber [
…
] Pueden, efectivamente, participar en el proceso 
educativo de sus hijos de maneras mucho más relevantes y motivadoras. A continuación se 
presentan algunas formas en que pueden participar: 
La 
información
es el primer grado en la escala de la participación [
…
] Los padres empiezan a 
participar cuando reciben información frecuente y precisa sobre el progreso de sus hijos [
…
]  
La 
consulta
es otro mecanismo de participación que supone una intervención y un protagonismo 
mayor al de la simple información. [
…
] A través de ella podremos conocer mejor las circunstancias 
domésticas en las que viven nuestros alumnos: cómo trabajan en sus casas las tareas escolares; 
cómo son ayudados o interferidos en ese trabajo; también qué es lo que más valoran las familias de 
nuestra acción educativa y, sobre todo, qué esperan de la escuela y qué es lo que nosotros 
esperamos de aquéllas. 
Constituir comisiones o grupos de trabajo de composición mixta: maestros junto con padres y madres, 
con el fin de analizar problemas, elaborar propuestas, discutir alternativas o elaborar informes es 
también una manera de involucrar a las familias. [
…
] En la medida que las familias puedan [
…
] 
participar en la 
gestión
de la escuela, aumentará su protagonismo y su sentimiento de pertenencia; 
sentirán la escuela más suya y, seguramente, además de entenderla y valorarla mejor, serán sus 
primeras defensoras. [
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] 
Serafín Antúnez (1999),  
La participación de las familias en la escuela
, pp. 7-11.