185
En otros casos, no sucede así, ya que uno de los medios para que el abuso sexual no sea denunciado
es la constante
intimidación
, la cual consiste en que el niño, niña o adolescente reciben de parte de su
agresor ciertos beneficios como regalos, concesiones, halagos y privilegios por mantener en “secreto sus
juegos”.
Estos, sin duda, también van acompañados de amenazas y abuso emocional, situación que hace
surgir en ellos sentimientos de culpa, miedo, confusión y vergüenza, que los paraliza y mantiene callados.
¿Qué podemos hacer para prevenir estas situaciones? En grupo lean el siguiente texto.
Para reflexionar
…
Tu cuerpo te pertenece
Todos los niños, niñas y jóvenes tienen derechos que deben ser respetados por los adultos. Uno de tus
derechos es decidir sobre tu cuerpo, ya que éste te pertenece. Por eso, nadie tiene el derecho a tocarte
o a mirarte si tú no quieres.
Debes sentirte cómodo, seguro y feliz cuando alguien te acaricia o te mira con afecto. Si te sientes
incómodo o desconfías cuando alguien te pide que te desvistas para mirarte, tienes todo el derecho a
decir NO y a contarle a alguien de confianza lo sucedido, para que te proteja.
Todas las personas tenemos derecho a decir NO, aún cuando sea alguien mayor quien nos pide u
ordena algo. Los mayores no tienen todos los derechos sobre los niños. Si nos piden que hagamos algo
que no queremos hacer o que sabemos que no está bien hacerlo, entonces tenemos derecho a decir
NO. Nuestro cuerpo puede avisarnos cuando algo nos incomoda. Si una persona nos toca de una forma
que no corresponde o que nos hace sentir mal, nuestro cuerpo reacciona haciendo que nuestro corazón
palpite más rápido, sentimos calor en la cara, a veces podemos temblar o sentir ganas de vomitar.
Si no te atreves a decir NO, porque tienes miedo que te hagan daño, intenta correr lo más pronto
posible y buscar a alguien que te proteja; también puedes gritar y hacer mucho ruido para que alguien
te escuche. Nadie te puede obligar a hacer algo que no quieres. También hay situaciones en las que es
difícil decir NO, sobre todo cuando es un familiar o un amigo quien nos pide algo, o porque no sabemos
como dar una negativa o no queremos herir los sentimientos de los demás. Pero existen formas de
decir NO sin herir a los otros, por ejemplo:
- “Lo siento pero NO quiero hacerlo”
- “NO, no creo que sea correcto”
- “Lo siento pero NO me
interesa”
- “Prefiero NO hacerlo”
- “NO, no me gusta hacer esto”
Decir NO tiene ventajas, como por ejemplo evitar que se aprovechen de nosotros, que los demás sepan
cuáles son nuestros sentimientos y por lo tanto, que no nos vuelvan a hacer esa petición.
Si los padres no le creen o no lo protegen, puede buscar a otros adultos de confianza y contárselo
hasta encontrar a alguien que le crea. Puede ser alguien de la familia, un tío o tía, abuelito o abuelita, o
también un profesor, el papá de un amigo (a), un médico, un psicólogo, etcétera. ¿Cómo lo harías tú?
Jorge Quezada (2006),
Abuso sexual infantil. ¿Cómo conversar con los niños?
, pp. 19-22.
“Es bueno decir: la ayuda llega cuando uno dice.”
Jessie, 9 años (sufrió abuso sexual a los 4 años)