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música, escultura, arte dramático, literatura, etcétera) bien escribiendo un diario o nuestros pensamientos 
y emociones, e incluso hay quienes platican con su mascota.  
Y ustedes
…
¿De qué manera expresan sus emociones? 
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Quienes logran hacerlo así viven más tranquilos y por lo tanto más sanos, porque no acumulan estrés. 
En cambio, las personas que no lo hacen, es porque o no son conscientes de ellas, o porque prefieren 
ignorarlas. Desafortunadamente, estas actitudes y comportamientos pueden generar situaciones que a 
la larga pueden perjudicar su vida a corto o largo plazo; por ejemplo: cambios de humor, explosiones 
fuera de control (enojo o ira); depresiones; ansiedad o angustia; lo cual puede impactar en sus 
relaciones sociales con la familia, los amigos, la pareja, etcétera. 
Con lo visto hasta el momento, reflexionen y escriban ¿por qué es importante desarrollar la inteligencia 
emocional?  
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Sugerencia didáctica 
Para brindar más elementos acerca de la importancia que tiene la inteligencia emocional en el 
crecimiento intelectual y emocional, den lectura en grupo, al siguiente texto y respondan las 
preguntas que se presentan al final. 
Para reflexionar
…
Tres adolescentes de doce años se encaminan hacia un campo de fútbol [
…
] Delante va un 
muchacho regordete seguido de dos de aspecto atlético que se 
mofan
de él  
—¿Así que vas a intentar jugar?— Pregunta uno en tono 
sarcástico
. 
Se trata de una situación que, ante los códigos sociales que rigen la conducta de esos adolescentes, 
podría desembocar en una pelea. 
El chico cierra los ojos unos instantes y respira profundamente, como si estuviera preparándose para 
un enfrentamiento. Pero luego se dirige a los demás con voz serena diciendo:  
—Sí, ya sé que no juego muy bien, pero aún así voy a intentarlo— y luego, tras una breve pausa, 
agrega— pero lo cierto es que sé dibujar muy bien. Muéstrenme algo, lo que sea, y verán lo bien que 
lo dibujo. 
Después, dirigiéndose a su 
antagonista
, añade: 
—¡Me parece fantástico que sepas jugar bien fútbol! A mí también me gustaría jugar tan bien como tú. 
Quizá, si sigo entrenándome, acabe consiguiéndolo. 
—La verdad es que no lo haces mal
−
responde entonces el primero, completamente desarmado, en 
un tono más afectuoso. 
—Si te interesa, quizá pueda enseñarte unos trucos —añade—. 
Daniel Goleman (2007), 
Potencia tu inteligencia social, 
pp. 38-39.