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Las ruinas indias
[Fragmento]
T
EXTO
: José Martí 
I
LUSTRACIÓN
: Julián Cicero
¡QuÉ hermosa era Tenochtitlan, la ciudad capital 
de los aztecas, cuando CortÉs llegó a MÉxico! 
Era como una mañana todo el día, y la ciudad 
parecía siempre como en feria. Las calles eran 
de agua unas, y los alrededores sembrados de 
una gran arboleda. Por los canales andaban las 
canoas, tan veloces y diestras como si tuviesen 
entendimiento; 
y había tantas a veces que se 
podía andar sobre ellas como sobre tierra firme. 
En unas vendían frutas, y en 
otras flores, y en otras jarros 
y tazas, y demÁs cosas de la 
alfarería. En los mercados hervía 
la gente, saludÁndose, yendo de 
puesto en puesto, celebrando 
al rey o diciendo mal de  l, 
curioseando y vendiendo. Las 
casas eran de adobe, que es 
ladrillo sin cocer, o de calicanto, 
si el dueño era rico.