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BLOQUE
III
Las ciudades virreinales en Puebla fueron muchas 
y prósperas. Podemos mencionar algunas como 
Tepeaca, Tehuacán, Atlixco, Cholula, Huejotzingo 
y Huauchinango, pero, sin duda, la principal fue 
Puebla. En 1531 fue construida la ciudad, que entonces 
recibió el nombre de Puebla de los Ángeles. Tanta era 
la emoción que provocaba la creación de esta nueva 
ciudad que se llegó a decir que “a la ciudad de los 
Ángeles no le falta nada de lo que requiere una ciudad 
para ser perfecta: montes, pastos, aguas, praderas, 
como todo lo demás”. El sitio ocupado por la ciudad 
había sido conocido antiguamente con el nombre de 
Cuetlaxcoapan, que significa ‘lugar donde cambian de 
piel las víboras’, mencionándose también el nombre de 
Cuitlaxcolapan o ‘junto al agua de las tripas’. Puebla es 
una de las pocas ciudades de Nueva España que fueron 
alzadas en un lugar donde no existían anteriormente 
asentamientos prehispánicos. 
Puebla fue la capital de la provincia que llevó el mismo 
nombre. En su plaza principal se concentraban los dos 
poderes principales de la provincia: la alcaldía mayor, 
encargada de impartir justicia entre los habitantes;  
y la iglesia, responsable de vigilar la conducta moral y 
religiosa de los 
feligreses
. También el tianguis, o mercado, 
se encontraba en las cercanías de la plaza, abastecía de 
productos de mayor y menor necesidad a los habitantes 
de la ciudad y de los pueblos aledaños. 
Para facilitar el control de esta enorme posesión 
territorial, el Virreinato de Nueva España fue subdividido 
en diferentes reinos y capitanías, los cuales a su vez 
estuvieron conformados por provincias, corregimientos 
y alcaldías. Así pues, las ciudades extendidas por 
todo el valle de Puebla y una parte de Tlaxcala fueron 
convertidas a una sola provincia, a la que se le dio el 
nombre de Puebla. En aquel entonces, los límites de la 
provincia de Puebla rebasaban por mucho los de la entidad 
que actualmente conocemos como estado de Puebla.
El nuevo régimen virreinal transformó la 
organización de las ciudades prehispánicas. Para 
empezar, la autoridad de los gobernantes indígenas 
fue sometida al poder de los conquistadores, ahora 
convertidos en encomenderos y alcaldes mayores. 
Los antiguos poblados fueron progresivamente 
transformados en ciudades al estilo europeo, de 
modo que los templos fueron sustituidos por iglesias 
cristianas, los centros ceremoniales se convirtieron 
en plazas donde se erigieron cabildos (instituciones 
de origen español que resolvían los problemas 
judiciales, administrativos, económicos y militares de 
los habitantes del municipio), y poco a poco se fueron 
instalando talleres y comercios que cambiaron el 
aspecto de las antiguas ciudades. 
Fachada ornamentada de un palacio 
en el centro histórico de Puebla.