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Acerca de la pobreza o la riqueza de los españoles, 
podemos asegurar que dependían del número de mayas 
tributarios que cada uno mantenía bajo su protección. Esto 
significaba que entre más nativos tuviera un encomendero 
mayor cantidad de tributo recibiría. Sin embargo, como 
producto de la conquista de la provincia de Chactemal, la 
población disminuyó por la muerte o la huida de los mayas 
hacia lugares fuera del alcance de los conquistadores, así 
como el traslado forzoso de los habitantes a lugares donde 
los españoles tenían un mayor control sobre la población 
nativa, como era la zona cercana a Mérida. El resultado 
de todo esto fue que el número de mayas disminuyó de 
216 000 a tan sólo 6 500.
Al respecto, el conquistador Juan Farfán reconoció que 
Francisco de Montejo le había repartido encomiendas en 
Bacalar, pero debido a lo improductivo de la tierra las 
abandonó. Por esta misma causa el conquistador Melchor 
Pacheco se retiró de Bacalar.
Otro ejemplo de la pobreza en Bacalar fue el caso de Juan 
Delgado. En 1574 comentó que, debido al bajo número 
de mayas que tenía, sufría de carencias para sostener a 
su familia, ya que al año apenas obtenía 100 pesos de 
tributo.
3
Para darnos una idea del ingreso necesario para 
mantener a una persona en Bacalar, en 1599 el cura de 
este lugar tenía un sueldo que fluctuaba entre 300 y 
350 pesos anuales; cantidad que triplicaba lo que Juan 
Delgado obtenía de su encomienda. Esta situación nos 
ayuda a comprender por qué durante el Virreinato Bacalar 
tuvo pocos habitantes. En 1548 era una villa de apenas 
ocho vecinos españoles.
¿En qué consistía el tributo de 
la encomienda? Según datos de 
1583, cada maya casado debía 
entregar al año tres piezas 
de manta, una gallina, media 
fanega de maíz, una libra de 
cera, una botija de miel, una 
pava, ollas, cántaros y comales 
de barro, sogas, cubos de 
corteza y de madera, chile y 
frijoles; objetos que en total 
tenían un valor de tres pesos. 
Dato interesante
Fuerte de San Felipe, Bacalar.
El Castillo en Tulum
(detalle), 
de Frederick Catherwood.
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Gabriela Solís Robleda y Pedro Bracamonte y Sosa, “Insumisos e idólatras. Los mayas 
del Caribe peninsular durante la Colonia”, en Carlos Macías Richard 
et al., El Caribe 
mexicano. Origen y conformación, siglos 
XVI
y 
XVII
, México, Universidad de Quintana 
Roo/Porrúa, 2006, p. 442.
En las grandes ciudades disminuyó 
el número de mayas por la muerte, 
la huida de los habitantes, entre 
otros aspectos.