Practica esta lección: Ir al examen
137
efecto lo hizo el 11 de enero de 1935 al restituir el territorio
federal de Quintana Roo. Poco después, los campesinos,
incluidos los mayas, recibieron tierras y organizaron
cooperativas para explotar las maderas y el chicle. También
se construyeron hospitales, escuelas, edificios públicos y
aljibes para almacenar el agua, con lo que se alcanzó un
notable progreso y se estimuló el aumento de la población.
Los tiempos modernos
El 27 de septiembre de 1955 la población del territorio
de Quintana Roo fue sorprendida por la llegada del
ciclón
Janet,
fenómeno que costó muchas vidas y dejó
innumerables daños en las diferentes poblaciones; sobre
todo en el sur, donde azotó con mayor fuerza. Chetumal
sufrió grandes destrozos y en la selva fueron arrasados
muchos árboles de cedro, caoba y chicle. En aquella época
la actividad forestal aún era la principal, seguida de otras
como la agricultura tradicional, la pesca, la elaboración
de copra, la apicultura y el comercio.
Además de emprender la obra de reconstrucción, en
1956 los habitantes tuvieron que luchar contra Margarito
Ramírez, gobernador del territorio desde 1944, de quien
ya estaban hartos por los abusos cometidos contra
la población, además de que se dedicaba al negocio
y contrabando de la madera y el chicle, entre otras
mercancías, en vez de gobernar en favor del progreso del
territorio. Agrupados en el Frente Cívico Quintanarroense
hicieron llegar sus demandas hasta la presidencia de
la República. En Chetumal, cuando el gobernador se
encontraba ausente, hicieron un plantón frente al Palacio de
Gobierno, acto que terminó con la renuncia del secretario
de Gobierno. A su regreso, Ramírez persiguió y encarceló
a varios de los dirigentes del movimiento, mientras que
otros lograron huir. Sin embargo, y pese a la resistencia del
gobernador por mantenerse en el cargo, a finales de 1957
fue destituido y Aarón Merino Fernández ocupó su lugar.
En los años siguientes, el territorio de Quintana Roo sentó
las bases para su actual despegue económico. En la región
sur, para suplir la actividad forestal devastada por el ciclón
Janet,
se construyó el ingenio azucarero Álvaro Obregón
(hoy San Rafael de Pucté) y los campos fueron sembrados
con caña de azúcar. De esta manera, los antiguos ejidos
forestales fueron transformados en ejidos agrícolas.
También se trajeron colonos de diferentes partes de México
y se crearon poblados como Sergio Butrón Casas y
José N. Rovirosa.