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SECUENCIA 11
demuestran su afecto porque les gusta compartir con
las personas que quieren. Por ejemplo, Patricia, la hija
de la Sra. Vázquez, recuerda con gusto la gran fiesta
que le hicieron cuando cumplió quince años: “Yo no
quería festejar, era una época en la que me sentía muy
gorda, pero mi familia no me preguntó y la organizaron.
Invitaron a la familia de mi papá, que ya no vive con
nosotros, a mis vecinos con sus hijos y a mis compañeros
de la escuela; me compraron un vestido precioso, mi
mamá cocinó y mi hermano consiguió el sonido. Hubo de
todo: vals, chambelanes, pastel, y hasta bailé con el
chavo que me gustaba en esa época. Después de la
fiesta, cuando todos ayudábamos a mi mamá a levantar
el tiradero, le di las gracias porque me la había pasado
muy divertida y me habían dado muchos regalos. Fue
una fiesta que nunca voy a olvidar”
.
Distribución de tareas
Los integrantes de la familia participan de muy diversas
formas en las fiestas; algunos contribuyen con dinero,
otros aportan su trabajo en la preparación, organización
y desarrollo de la fiesta; esto depende de la composición
familiar, del número de integrantes, de su edad, la
situación laboral y hasta de su sexo. La familia Pantoja
se refiere a la participación de los integrantes en la
celebración del Año Nuevo. María comenta:
“Mi abuela
es la que organiza todo, a ella le encanta decirle a cada
uno lo que tiene que hacer; mis tíos ponen dinero; mis
tías hacen las compras; a mi mamá le toca cortar y
pelar lo que se va a cocinar y a los niños siempre nos
pone a ayudarle en la cocina para que aprendamos. Es
divertido estar todos ahí haciendo muchos platillos a la
vez.”
En la reunión y participación de los miembros de la
familia puede verse el afecto, la solidaridad y la
comunicación que se tienen unos a otros y que permite
no sólo festejar, sino también soportar los momentos
difíciles. El abuelo cuenta:
“A mí en lo personal lo que
más me gusta es la cena de fin de año porque después
de cenar todos en una gran mesa, tenemos una
costumbre que es muy de nuestra familia, no he oído
que nadie más la practique. Esa costumbre consiste en
que cada uno de los que estamos reunidos va tomando
la palabra y narra lo mejor y lo peor que vivió durante el
año que termina. Todos pensamos de antemano lo que
vamos a decir, no se trata de improvisar, se trata de que
pienses lo que es verdaderamente importante para cada
quien. Disfruto mucho escuchando lo que dicen mis
hijos y mis nietos, así los conozco.”
Descripción de
ambientes
Testimonio en
discurso directo
Testimonio en
discurso directo
Desarrollo