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Libro para el Maestro
Enséñelos a decidir por sí mismos
Hoy más que nunca
, nuestros niños y jóvenes se
ven obligados a tomar decisiones que les corresponderían a
personas adultas, las cuales ya tienen más claros sus
valores, objetivos y prioridades. Niños de 10 a 12 años son
presionados para consumir tabaco y alcohol, y temprana-
mente deben decidir sobre el asunto. Esto hace evidente la
importancia de ayudarlos a desarrollar habilidades necesa-
rias para confrontar estas complicadas decisiones.
Todo lo que hacemos requiere una decisión: aceptar o no
alguna propuesta, decidir dónde vivir, en qué gastar el
dinero, con quién pasar el tiempo, y hasta lo que vamos a
comer el día de hoy. Nuestras decisiones definen quiénes
somos, cuáles son nuestros valores, lo que queremos lograr
y cómo nos sentimos. La mayoría de las decisiones que
tomamos no son determinantes; aunque a veces la vida nos
exige decisiones cruciales, de las cuales depende nuestro
futuro.
LAS NECESIDADES Y LOS DESEOS
Todos tomamos decisiones. Sin embargo, existen personas
que por lo común toman las decisiones correctas. Esto se
debe a que entienden la diferencia entre
necesidades
y
deseos
.
En nuestra cultura es muy fácil confundir estos términos. La
publicidad trata de vendernos la idea de que necesitamos
sus productos para ser
inteligentes
,
vernos bien
y
ser
aceptados
. Nos hacen creer que la felicidad se encuentra en
una televisión a colores, el carro último modelo, los jeans
que están de moda, o tomando y fumando las bebidas y el
tabaco que consumen los demás. ¿Cuál es la diferencia
entre
necesidades
y
deseos
? Un
deseo
es aquello que
quisiéramos hacer o tener; generalmente viene acompañado
del pensamiento mágico: “
Si tan sólo tuviera… sería feliz
”.
Sin embargo, suele manifestarse un sentimiento de vacío
cuando se satisface el deseo.
Una
necesidad
,
en cambio, nos trae un bienestar a largo
plazo. Nuestras necesidades básicas como seres humanos
son: comida, ropa, casa, descanso, salud física, seguridad,
relaciones significativas, pertenencia a un grupo, sentimien-
to de valía, amor, realización personal, etcétera.
Si decidimos cumplir nuestras necesidades reales buscando
el bienestar a largo plazo, entonces dichas decisiones son
adecuadas. Para conseguir decisiones de este tipo debemos
aclarar nuestras prioridades, como pueden ser la salud, el
dinero, la seguridad, la vida familiar, la diversión, etcétera,
siempre tomando en cuenta que las necesidades no son
estáticas, sino que pueden crecer y madurar. Por lo tanto,
conocer las prioridades individuales ayuda a evaluar las
ventajas y los inconvenientes de nuestras decisiones. Así,
pueden lograrse elecciones correctas que aspiren al bienes-
tar propio.
UNA GUíA PARA TOMAR DECISIONES
Existen cuatro componentes básicos para tomar decisiones
adecuadas:
1.
Identificación de emociones
. Muchas de nuestras
decisiones se basan en emociones momentáneas, otras
en las que tuvimos en el pasado y algunas más se basan
en sentimientos que podemos tener en el futuro. Como
estos sentimientos son tan complejos y contradictorios,
es necesario clasificarlos con cuidado y nombrarlos
claramente para poder entenderlos.
2.
Búsqueda de alternativas
. Consiste en pensar en todas
las opciones disponibles para enfrentar una situación
que se nos presente.
3.
Determinar las ventajas y desventajas
. De las muchas
opciones con que contamos, cada una de ellas tendrá
consecuencias positivas y negativas; es necesario
aprender a identificarlas.
BLOQUE 2
Fanny Feldman.
Construye tu vida sin adicciones. Guía del modelo de prevención
.
México: SEP, Biblioteca para la Actualización del Maestro, 2000, pp. 33-35