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Libro para el maestro
mienta para el estudio y aprendizaje de la Historia.
De acuerdo con los investigadores, este trabajo ha re-
sultado más fructífero cuando los estudiantes cuentan 
con un marco temporal preciso de los contenidos a 
estudiar; e incluso señalan que si este marco se pre-
senta en años naturales, a los alumnos les resulta más 
fácil comprender, además de que posibilita que ubi-
quen hechos y procesos en siglos, periodos, edades o 
eras. Sin embargo, esto no significa que deba centrarse 
la atención en fechas o años, sino que se les propor-
cionen como herramientas para la ubicación temporal 
y el establecimiento de relaciones de diferentes tipos a 
partir de lo cual puedan realizar tareas más complejas. 
El apartado ¡Ubícate! de cada secuencia, así como la 
secuencia 0 presentan varias actividades destinadas al 
desarrollo de esta habilidad.
Tiempo histórico.
La adquisición de esta noción es 
lenta y gradual. Comienza por la comprensión del 
tiempo vivido o personal, continúa con el tiempo físi-
co que es mensurable hasta llegar al tiempo social que 
existe de distintas formas, determinadas por el con-
texto que se estudie. Es necesario que los estudiantes 
comprendan que es imposible hablar de un solo tiem-
po histórico y que consideren que existen diversos 
tiempos que corren en paralelo. La complicación para 
percibir el tiempo histórico conlleva la distinción entre 
los diversos tiempos o ritmos de cambio. Mientras que 
el tiempo cronológico es continuo, el tiempo social es 
discontinuo. Por ejemplo, es común que se hable de un 
tiempo para las sociedades rurales y otro para las so-
ciedades industriales. 
Las dificultades de los estudiantes con relación al 
tiempo histórico, no se superan a menos que la ense-
ñanza de la Historia los provea de los modelos y re-
presentaciones adecuadas para comprender y mane-
jar 
las 
diferentes 
nociones 
temporales. 
En 
este 
sentido, el punto de partida para lograr la compren-
sión de esta noción debe basarse en el estudio del 
tiempo cronológico, la duración, la sucesión y simul-
taneidad, el cambio y la permanencia, así como las 
causas y consecuencias de hechos y procesos históri-
cos, principalmente.
Para contribuir a la comprensión del tiempo histórico en 
este curso, proponga la elaboración de líneas del tiempo 
personales y copie algunas en el pizarrón. Posteriormen-
te, realicen una línea del tiempo sobre su comunidad, de 
manera que los alumnos diferencien entre el tiempo per-
sonal y el comunitario y puedan comprender la disconti-
nuidad del tiempo social. 
Además, tome en cuenta que a lo largo de cada bloque 
que integran este libro, la enseñanza de las nociones 
temporales se realiza de manera gradual y se le expli-
cita al alumno con qué noción temporal está traba-
jando y para qué le va a servir. Una manera de corro-
borar su comprensión, es preguntar a los alumnos, con 
qué noción temporal están trabajando y la utilidad 
que tiene para el aprendizaje del tema estudiado.
Duración.
Aunado a las dificultades relacionadas con 
la cronología, se ha encontrado que los alumnos tienen 
una apreciación del tiempo en función de la cantidad 
de hechos y procesos que estudian, y que esto los lleva 
a concepciones distorsionadas de la duración. Es común 
los alumnos consideren que los periodos en los que es-
tudian más hechos y procesos históricos tienen una du-
ración mayor que aquellos en los que se destaca un 
número menor. Así, “para ellos pueden haber perfecta-
mente unos siglos más largos que otros” (Carretero, 
Pozo y Asensio), si en unos deben “aprender” más he-
chos que en otros.
Las consecuencias que estos errores pueden tener en 
el aprendizaje de la Historia, afectarían de manera di-
recta los propósitos establecidos en el programa de la 
asignatura, pues si no se eliminan las distorsiones re-
lacionadas con la duración, no será posible que los 
estudiantes aprecien simultaneidades, cambios, per-
manencias, ritmos, ni causas y consecuencias de corto, 
mediano o largo plazo, tampoco que realicen tareas 
más complejas como establecer relaciones o analizar 
hechos, procesos y periodos. 
Utilice una línea del tiempo personal para ejemplificar 
la utilidad y características del ordenamiento cronoló-
gico y la simultaneidad de hechos y procesos históri-
cos. Por otro lado, poner atención en la ubicación 
temporal así como en las duraciones indicadas en las 
líneas del tiempo de bloques y secuencias, puede evi-
tar la distorsión en la duración de los procesos y perio-
dos que se estudian en el curso. Revise junto con los 
alumnos las líneas del tiempo que aparecen al inicio