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Identifica la importancia del legado cultural de los grupos 
y culturas prehispánicos de la entidad.
Si observamos con cuidado lo que 
nos rodea, podemos descubrir 
huellas del pasado. Por ejemplo, 
algunos alimentos que comemos 
todos los días provienen del 
México prehispánico: la tortilla, las 
salsas, el atole y los tamales. 
Costumbres que perduran
En los tiempos de México-Tenochtitlan 
se sembraban diversas plantas y semillas 
que se conseguían en los mercados 
cercanos. Algunas seguramente las conoces, pues las seguimos 
consumiendo: frijol, nopal, chile, calabaza, amaranto, maíz, etcétera. 
A pesar de que el cacao no fue una planta cultivada en la cuenca, 
fue conocido por los habitantes de México-Tenochtitlan gracias al 
comercio entre los pueblos. Con estas semillas, frutas y verduras, 
los pueblos producían alimentos que ahora se cultivan en otras 
partes del mundo, como el maíz, el cacao, el tabaco y el chicle.
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Comercio de guajolotes, 
canastas y telas, 
Códice 
Florentino. 
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Ofrecimiento de tamales al fuego y a 
los muertos, 
Códice Florentino
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Un pasado siempre vivo: ¿qué conservamos 
de los pueblos prehispánicos?
Aprendizaje esperado